De aquellos tiempos de los siglos de oro es la picaresca española, representada por tres obras cumbres de nuestra literatura: El Lazarillo, el Guzmán de Alfarache y el Buscón. Los hechos inauditos que protagoniza el secesionismo catalán desde el 1 de octubre de 2017 remiten a esta tradición literaria tan genuinamente española. El pícaro, como el nacionalista catalán, debe cambiar de entorno con frecuencia, dada la irresistible pulsión que le lleva a mentir, estafar, chantajear y traicionar.
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