Rasgado...

Me equivoco al escribir el año sobre la línea de puntos.

—¡Mierda, es 2025! Ahora quedará un borrón.

Corrijo la fecha, observo el documento y, con un suspiro, firmo justo debajo.

—Queda fatal. Ahora pensarán que soy idiota.

Doblo el papel y lo guardo en el sobre, sin fuerzas para pensar en nada más. Luego lo dejo sobre la mesa, entre otros documentos que me niego a volver a mirar.

—El próximo jueves a las 12 en el juzgado... espero no olvidarlo.

Me alejo, intentando ignorar la sensación de que todo lo que alguna vez amé, todo lo que alguna vez fue mío, está ahora encerrado en ese sobre rasgado.