Queridos camaradas

La modernización de nuestro país es un combate tan duro como el del aumento de la producción en el campo, en las minas, o en la industria. 

Todos habéis hecho grandes sacrificios para que podamos celebrar este día, y hoy, después de diez años de trabajo y muchos miles de millones de inversión, fruto del sudor y el tesón de los trabajadores, por fin podemos decir que si ellos tienen semiconductores, nosotros tendremos pronto conductores completos.

Os doy mi palabra de que en esta fábrica que hoy inauguramos, por la conjunción del esfuerzo de los trabajadores intelectuales y los trabajadores manuales, muy pronto, antes de los que nuestros adversarios se creen, construiremos el chip más grande del mundo.

 Muchas gracias.