Desde los años 80, esta terapia con larvas está en auge en el tratamiento de heridas gracias al efecto necrófago de las larvas (sirven para desbridar tejido necrótico), el efecto antimicrobiano de las secreciones larvales (que incluso inhiben la fomación de biopelículas), su efecto antiinflamatorio y angiogénico. Cada año, alrededor de 15.000 personas reciben tratamiento larval en Europa. Más información: (1) artículo de Wikipedia sobre terapia larval:
goo.gl/HcRHWx ; (2) artículo en blog científico:
goo.gl/wUsGxv