Lo bellos que son los tiempos cuando han pasado, cuando ya se pueden mirar a salvo, habiendo sobrevivido, como una película antigua, con el color algo desvaído y más encantador tidavía.
Lo legendaria que fue esa vida tan bohemia de los sesenta, tan gozosamente libre, tan amenazada, tan frágil, tan llena de trampas, de búsquedas que nacían de lo más profundo del cuerpo porque equivalían a una huida, o manaban directamente de una herida muy antigua que daba tanto miedo que traspasaba el miedo y hacía cabalgar en un caballo desbocado [...]