En esta vida hay dos clases de persona: las que cuando ven a un gordo corriendo en un parque se rien de él (mentalmente o en voz alta con un acompañante), y las que piensan "Bien por ti! Cuidarse es el camino... dale duro!"
El primer tipo es el más común. La ocasión es jugosa para inflar el ego, sentirse superior, o simplemente ejercitar la maldad.
El segundo tipo es menos común. Pero es el más inteligente.
Porque ejerciendo la bondad y aceptando las debilidades o carencias de los demás nos beneficiamos indirectamente a nosotros mismos. Porque la aceptación y la bondad inspiran confianza y paz. Y eso nos lleva a ser felices. Y también llevan a vivir en un mundo mejor.
El ego y la maldad nos dan placer momentaneo, pero también infelicidad a la larga. Porque todos somos humanos, y como tal tenemos imperfecciones y debilidades. Y cuando éstas se expongan ante otros como las del gordo que corre en un parque, no tendremos derecho a pedir comprensión y piedad. Sabemos que no las merecemos. Y con nuestro comportamiento infantil estamos creando un mundo cruel.
Yo solía ser del primer tipo de persona. Ahora trabajo para ser del segundo. Y vosotros... ¿de qué tipo sois, y quereis ser?
¿Quieres hacer algo para que las cosas mejoren para tu familia, comunidad o país? Pues ampieza a aliarte con el que piensa diferente a ti. Si, incluso del partido político del bando contrario.
Si, estoy llamando a podemitas y voxeros, peperos y psoeros, nacionalistas y españolistas, católicos y ateos a dejar de ser tontos útiles y empezar a juntarse. Y creo que no estoy loco.
La mayoría de la gente tenemos la sensación o pensamiento de que el mundo se está yendo a la mierda. Gran parte de esto la tiene el constante odio y división de la sociedad. Conservadores contra progresistas, mujeres contra hombres, gays contra conservadores, pro-emigración contra gente que quiere limitarla, catalanes contra españoles, británicos contra europeos, americanos contra si mismos y contra rusos y chinos, negros contra blancos...
En fin, si en algo se caracteriza la sociedad de hoy es por su polarización y división.
Una gran pregunta del pensamiento crítico es esta: ¿A quién beneficia todo esto?. Es muy útil porque ayuda a buscar soluciones efectivas y reales, en vez de gastar energías en soluciones falsas o contra enemigos imaginarios.
Yo creo que la tremenda división social beneficia principalmente a los que tienen la sartén por el mango. Mientras los peones nos tiramos los trastos a la cabeza por la causa ideológica de turno, nuestros problemas siguen siendo los mismos:
Yo soy fan de la Navaja de Hanlon, esa que dice que "no atribuyas a la maldad lo que se puede explicar con la estupidez". No creo que haya una conspiración mundial contra X o Y país o colectivo.
Creo que varios agentes, con mucho poder, simplemente están arrimando el ascua a su sardina, e invirtiendo mucho dinero en influenciar la opinión pública. Desde agentes extranjeros a internos, todos intentan que las cosas sigan como están, o que cambien para que les beneficie a ellos. Y el votante medio es el tonto útil, el que va a la guerra por ellos y repite sus consignas y sus medias verdades.
Este excelente video de 1h explica muy bien por ejemplo como Rusia influencia con información falsa todos los gobiernos y poblaciones del mundo. Está en inglés pero se pueden poner en español con auto-traducción: www.youtube.com/watch?v=tR_6dibpDfo
Lo que yo saco en claro, es que si a Rusia le añades otros agentes (países, poderes, etc), nos podemos dar cuenta de que nos están dando por saco a base de dividirnos y tenernos entretenidos tirándonos los trastos a la cabeza.
En mi modesta opinión, la mejor forma de arreglar problemas reales como la pérdida de poder adquisitivo y poder político por parte del cuñao medio es dejar de jugar a este juego de división. Dejar de odiar y ser el tonto útil de los poderes de turno.
En serio. La prensa gana dinero a base de manipularte emocionalmente. A base de hacer de lo malo lo peor. Y la mayoría de la prensa está comprada (sea del palo que sea).
Hay gente como yo que ha dejado de seguir la actualidad y son 300% más felices. La prensa y los medios de comunicación en general son como los casinos: si los ves, la banca siempre gana y el que pierdes eres tú. Están armados de datos, estudios de márketing, neurología, etc. y saben perfectamente como hacer que los sigas viendo. Cómo hacer que pienses determinadas cosas. Para más información buscar en internet: "Manufacturing consent".
Y da igual que nos pensemos que somos muy listos y que a nosotros nos afecta. Ellos tienen las armas y las herramientas para manipularnos a gusto. Pensar que aun viendo noticias y propaganda en general "a ti no te afecta" es como pensar que le puedes ganar una pelea con tus puños a un batallón de guerra con AK47s o a un par de leones. Es delirante y de gente muy ilusa.
Tienes más en común con tu acérrimo enemigo de lo que crees. Da igual que tu seas de Vox y el otro de Podemos. Tu del Madrid y el otro de Barcelona. Los dos teneis los mismos problemas:
La próxima vez que esteis tentados a darle un "zasca" al enemigo político de turno, quizás deberiais pararos un segundo a pensar que quizás teneis el mismo problema, que no estais de acuerdo con la solución, y que uniéndoos para buscar una solución vais a ganar más (y hacer más por vuestro país, comunidad, familia) que odiándoos uno al otro y repitiendo como loros la consigna del partido del momento.
Votando una vez cada cuatro años vamos a conseguir poco. Pero... ¿os imaginais que de repente nos juntamos todos y exigimos a los que tienen la sartén por el mango que repartan mejor la tarta? ¿Os imaginais que en vez de seguir votando a perros de distintos collares hacemos una revolución pacífica que lo cambia todo?
¿Qué pasaría... si de repente toda una ciudad vota en blanco? ¿Y si en vez de una ciudad fuese todo un país? ¿Y si en vez de un país fuese toda la comunidad europea?
Hala, ya podeis descojonaros de mi y seguir insultando al enemigo político de turno. ¡Así seguro que las cosas mejoran!
Se acaban de cumplir 10 años desde que terminé el trabajo de fin de Master de la Sociedad de la Información y el conocimiento. Algunos meneantes veteranos saben que este trabajo, titulado "Menéame: prácticas intensivas de Internet", se desarrolló según el método etnográfico estudiando de forma directa a la comunidad de meneantes. Por mi propia experiencia, la idea para mi más importante que obtuve de este trabajo es el enorme potencial que tienen los proyectos de producción colaborativa y en concreto este saco para el aprendizaje. Es por esto que me quedó el gusanillo de aprovechar este potencial en proyectos colaborativos de aprendizaje. Las responsabilidades laborales y personales han impedido poder llevar a cabo esta idea, ahora que me he podido liberar un poco de estas obligaciones me gustaría poner mi granito de arena para fomentar el pensamiento crítico utilizando esta plataforma. El primer beneficiado (espero que no el único) de este proyecto de aprendizaje voy a ser yo mismo, ya que voy a poner en práctica el método desarrollado por el premio Nobel de Física Richard Feynman para aprender cualquier cosa, en este caso el concepto de pensamiento crítico y a partir de definir el concepto paso/pasamos a la fase en la que vosotros meneantes os vais a comportar como buenos niños y vais a poner todo de vuestra parte para convertiros en pensadores críticos nivel Sócrates, desarrollando, como siempre :P , comentarios con criterio y con el espíritu de Spinoza por bandera:
No reírse, no burlarse ni detestar sino entender
Teniendo en cuenta que Spinoza también dijo que de lo único que nunca se podía abusar es del sentido del humor, que es todo lo contrario a la burla ya que nos ayuda a la desconexión emocional convirtiéndose en una de las herramientas más poderosas para afirmarnos en la vida. Hablando en plata, si troleáis hacedlo con gracia, ¡cabrones!. ;P
El estado de posverdad ha surgido al albur de la crisis financiera del 2008 y motivado por la sobreinformación propia de la sociedad del conocimiento. Según el criterio generalmente admitido (en este caso el de la Wikipedia) el estado de posverdad se caracteriza por la distorsión deliberada de una realidad en la que los hechos objetivos tienen menos influencia que las apelaciones a las emociones y a las creencias personales, con el fin de crear y modelar la opinión pública e influir en las actitudes sociales. Si analizamos este desequilibrio desde la retórica aristotélica, como criterio para entender como aprehendemos el mundo, podemos razonar que la posverdad se caracteriza porque entre los pilares de esta retórica prima el pathos, emocional y subjetivo, en detrimento de la moral del ethos y del razonamiento lógico del logos.
Si analizamos el problema desde la modernidad y a partir de los conceptos de racionalidad y racionalización podemos llegar a entender mejor la paradoja que conforma la posverdad. La racionalidad es el diálogo incesante entre nuestro espíritu (en el sentido hegeliano) que crea las estructuras lógicas, que las aplica al mundo, y que dialoga con ese mundo real, a diferencia de la racionalización que pretende encerrar la realidad dentro de un sistema coherente, de tal manera que todo aquello que contradice, en la realidad, a ese sistema coherente, es descartado, olvidado, puesto al margen, visto como ilusión o apariencia.
A partir de estas ideas planteo la hipótesis de que la posverdad es consecuencia de un proceso que comienza con el exceso de información que ofrecen las TIC y en concreto Internet (infoxicación). La incapacidad de gestionar este "exceso" de información genera inseguridad y provoca dos situaciones paradójicas; por un lado se pierde el equilibrio entre los pilares de nuestro entendimiento primando al pathos emocional, en detrimento del ethos y el logos y por otro se busca la seguridad de los sistemas coherentes propio de la racionalización y se abandona el diálogo entre el mundo y las ideas propio de la racionalidad. Por todo esto es por lo que he empezado hablando de "estado de posverdad".
... cuanta pululación española y progresista en las grandes páginas del periódico, bajo la austeridad gótica de su cabecera, la novela de mi tiempo contada por entregas, lo que iba pasando cada día, la historia de España, que me llegaba asordada y un poco tardía, porque había despertado yo de pronto a algo así como la conciencia histórica, la noción de presente, lo que estaba pasando, y había hecho ese descubrimiento elemental y esencial de que la historia está ocurriendo en torno, de que la catedral del tiempo se erige a nuestro alrededor, algo así como la pasión política y la pasión aventurera al mismo tiempo.
Los helechos arborescentes. Francisco Umbral.
¡Que manera tan magistral de exponer que somos fundamentalmente un ente histórico! Este postulado, que somos un ente histórico, es la base y el fundamento para desarrollar el pensamiento crítico tanto a nivel individual como colectivo, porque las sociedades también son/somos entes históricos. Si desarrollamos el pensamiento crítico a partir de este postulado podemos ser conscientes de que no partimos de cero porque somos hijos de la ilustración y nietos de la cultura grecolatina. Por esta herencia cultural nos podemos plantear el desarrollo de una sociedad crítica en el sentido kantiano, es decir, una sociedad con individuos capaces de evaluar la realidad con la razón y por la racionalidad. Mucho más importante que poder plantearnos esa sociedad es que sabemos que tenemos la capacidad de construirla, como la catedral del tiempo a la que alude Umbral, porque la capacidad del ser humano es como la naturaleza; infinita.
Tampoco nos podemos flipar creyendo que por ese bagaje histórico lo tenemos todo hecho, todo lo contrario. Precisamente a partir de esa herencia asumimos que no sabemos nada y nos ponemos a percibir y a pensar. Como tenemos claro que estamos en una fase temprana del aprendizaje del pensamiento crítico sabemos que es momento de percibir más que de pensar. Por eso empezamos a desarrollar el marco de estudio definiendo el concepto de pensamiento crítico.
Durante los años 1988 y 1989 un amplio panel de expertos, provenientes de muchas disciplinas académicas, se reunió para discutir sobre qué es el pensamiento crítico. Como resultado de estas reuniones se publicó "El informe Delphi" en el que se define el pensamiento crítico como:
El juicio auto regulado y con propósito que da como resultado interpretación, análisis, evaluación e inferencia; como también la explicación de las consideraciones de evidencia, conceptuales, metodológicas, criteriológicas o contextuales en las cuales se basa ese juicio. El Pensamiento Crítico es fundamental como instrumento de investigación. Como tal, constituye una fuerza liberadora en la educación y un recurso poderoso en la vida personal y cívica de cada uno. Si bien no es sinónimo de buen pensamiento, el Pensamiento Crítico es un fenómeno humano penetrante, que permite auto rectificar.
En ese mismo informe se definió al pensador crítico ideal como:
Una persona habitualmente inquisitiva; bien informada, que confía en la razón; de mente abierta; flexible; justa cuando se trata de evaluar; honesta cuando confronta sus sesgos personales; prudente al emitir juicios; dispuesta a reconsiderar y si es necesario a retractarse; clara respecto a los problemas o las situaciones que requieren la emisión de un juicio; ordenada cuando se enfrenta a situaciones complejas; diligente en la búsqueda de información relevante; razonable en la selección de criterios; enfocada en preguntar, indagar, investigar; persistente en la búsqueda de resultados tan precisos como las circunstancias y el problema o la situación lo permitan.
Esta definición coincide totalmente con el perfil del meneante medio :P . Bromas aparte, cualquiera que no peque del atrevimiento propio de la ignorancia es consciente de lo complejo que es conseguir y mantener la actitud necesaria para llegar a ser un pensador crítico en los términos que plantea esta definición, que va mucho más allá de aplicar un método o metodología, actitud a la que nos podemos acercar con humildad, esfuerzo y con mucho amor por el conocimiento.
A partir de lo planteado hasta aquí es conveniente exponer los siguientes fundamentos:
Había terminado este apartado cuando una conversación sobre la dicotomía entre ciencia y filosofía me ha hecho replantear el enfoque y me he decidido a desarrollarlo en función de esa dicotomía. La primera vez que fui consciente de la problemática entre ciencia/técnica y filosofía fue estudiando en la Facultad de Informática de la Universidad Politécnica de Madrid la metodología de desarrollo Software orientada a objetos. Como le pasó a Kant con Hume, el profesor Nelson Medinilla me ayudó a despertar del sueño dogmático que sufríamos los programadores en aquellos momentos. Ese sueño dogmático nos hacía creer que la solución al problema del desarrollo software estaba en la estricta aplicación del método cartesiano, según el cual verificando las evidencias reales e indudables acerca del problema a resolver, analizando, es decir, dividiendo al máximo el problema en sus unidades de composición fundamentales, sintetizando, o sea, agrupando nuevamente las unidades anteriormente descompuestas en su conjunto real y enumerando todas las conclusiones y principios utilizados, se encontraba indefectiblemente la solución al problema. Es evidente que los primeros informáticos, por ser en su mayoría matemáticos, tenían muy claro el método cartesiano pero no habían llegado a entender el giro copernicano de Kant y lo que afecta a la comprensión del mundo.
Con el objetivo de acercar el problema a nuestro día a día y buscando un enfoque más didáctico, voy a hacer uso de dos conceptos que parecen antagónicos y que manifiestan, en este saco continuamente, la problemática entre ciencia/técnica y filosofía, a saber; el cientifismo y la pseudociencia caracterizada por otro concepto utilizado por aquí ad nauseam; magufo. Voy a afrontar esta problemática desarrollando el concepto de cientifismo, también porque considero que la polémica bien utilizada y con la actitud adecuada puede llegar a ser la mejor herramienta de aprendizaje.
Según Gerard Radnitzky el cientificismo es:
La creencia dogmática de que el modo de conocer llamado 'ciencia' es el único que merece el título de conocimiento, y su forma vulgarizada: la creencia de que la ciencia eventualmente resolverá todos nuestros problemas o, cuando menos, todos nuestros problemas 'significativos'. Esta creencia está basada sobre una imagen falsa de la ciencia. Muchos e importantes filósofos, desde Nietzsche a Husserl, Apel, Gadamer, Habermas, Heelan, Kisiel, Kockelmans y otros, han considerado el ciencismo (o cientifismo) como la falsa conciencia fundamental de nuestra era
Es necesario dejar claro que el camino que permite la superación de esta creencia dogmática nada tiene que ver con la negación del valor de la ciencia, todo lo contrario. Aunque parezca paradójico, una crítica al cientificismo en la actualidad supone revalorizar el conocimiento científico. La ciencia se apoya en unos supuestos filosóficos que son imprescindibles para que los resultados científicos tengan sentido. El análisis de esos supuestos expone que la ciencia experimental se apoya en un realismo filosófico que, desarrollado de modo riguroso, contiene una gnoseología y una metafísica que permiten mostrar la coherencia entre la ciencia experimental y la filosofía realista.
El cientificismo se basa en la fiabilidad de la ciencia experimental, que permite formular predicciones comprobables, tiene un carácter progresivo y, sobre todo, sirve para obtener aplicaciones útiles. Esa fiabilidad es real y se fundamenta en una restricción del ámbito científico. Cada ciencia delimita su objeto definiendo conceptos básicos que se relacionan con experimentos repetibles, pero la realidad carece de restricciones, manteniéndose siempre plena de complejidad e incertidumbre, por lo tanto sobrepasa las posibilidades del método experimental. Con el objetivo de aclarar este punto voy a volver al entorno que mejor conozco, el del desarrollo software. Me permito esta licencia porque la reflexión y sus conclusiones serían fácil y directamente extrapolables a cualquier otro entorno. En la época "cartesiana" del desarrollo software se partía de la idea de que con tiempo y paciencia se podía recoger toda la información del problema a resolver desde el inicio, antes de comenzar a desarrollar la solución, se asumía que desde el principio somos capaces de conocer el problema y la solución, pero la realidad se caracteriza por la complejidad e incertidumbre y lo "natural" es que aunque se pueda conocer de inicio el problema es muy raro que se pueda llegar a conocer la solución por muy ímprobo que sea el esfuerzo por recoger los requisitos, esto es así porque vivimos en un entorno cambiante y por lo tanto lleno de incertidumbre. Lo "normal" es que la solución definitiva nunca se encuentre, la cruda realidad nos obliga a que con humildad y trabajo nos acerquemos a resolver los problemas que nos presenta la realidad de una forma cíclica en lugar de lineal, por eso en desarrollo software se habla de metodologías iterativas e incrementales. De este planteamiento surgen metodologías para el desarrollo "ágil" del software a partir de las que se han desarrollado marcos de trabajo como Scrum. Estas metodologías y marcos de trabajo han resultado tan eficaces y eficientes que se utilizan para el desarrollo y gestión de cualquier tipo de proyecto.
La historia del cientificismo se ha desarrollado del modo siguiente: primero se afirmó que la ciencia moderna venía a sustituir a la antigua filosofía natural; después se pensó que la nueva ciencia era capaz de solucionar todos los problemas por sí sola, y se acabó denunciando a las demás pretensiones cognoscitivas como carentes de sentido; finalmente, al advertir que la ciencia encuentra muchos límites y progresa gracias a la utilización de construcciones convencionales, se ha generalizado un relativismo que se aplica a la ciencia en primer lugar, pero se extiende a continuación a todo el conocimiento humano. No estoy diciendo con esto que la responsabilidad de la aparición de las pseudociencias sea del cientifismo, si no que se pueden tomar como una representación útil de una dialéctica, en el sentido hegeliano, en la que el pensamiento crítico podría ser la síntesis. Se que acabo de hacer una simplificación de la dialéctica de Hegel que raya el absurdo, pero esta simplificación puede ser útil pedagógicamente hablando.
Para Bertrand Russel
La ciencia nos refiere lo que podemos saber, mas lo que podemos saber es poco, y si olvidamos cuánto nos es imposible saber, nos hacemos insensibles a muchas cosas de la mayor importancia.
El problema fundamental que surge si obviamos eso que no podemos saber con certeza científica pero nos es necesario es que esa actitud abona el terreno para el dogmatismo. Para Russell la incertidumbre de la compleja realidad se puede afrontar por medio de la filosofía.
Enseñar cómo vivir sin certeza y, sin embargo, sin estar paralizado por la vacilación es quizás lo más importante que la filosofía, en nuestra época, puede hacer por quienes la estudian.
Para el problema concreto que nos ocupa, el del pensamiento crítico, la filosofía/ciencia/técnica y su historia representa la gran aventura del conocimiento humano en la búsqueda de respuestas sobre lo que podemos conocer y lo que nos puede llegar a interesar conocer, por lo que si hablamos de los fundamentos del pensamiento crítico estamos hablando de los fundamentos de la filosofía/ciencia/técnica.
En posibles artículos posteriores desarrollaré "diseños instructivos" con un enfoque conectivista con material que ayude a comprender esa aventura, por lo tanto nos ayude a conocernos a nosotros mismos y a partir de ese conocimiento desarrollar nuestra capacidad de pensamiento crítico... Casi ná.
Me estoy refiriendo al profesor de aquí, al auténtico, al mejor troll que han dado las redes sociales. Ninguno de los que robaron su nick le han llegado a la suela de los zapatos... pero se fue y nos dejó huérfanos, huérfanos del gozo de utilizar el intelecto para enriquecernos, gozo por aprender del mundo y de nosotros mismos.
Antes, como ahora, muchos días entrábamos en este saco buscando gresca. La diferencia es que antes la gresca era intelectual y ahora en el 99% de las ocasiones se limita a demostrar quien es el más garrulo, es decir, quien sigue más estrictamente el dogma que le toca defender. En la época del Professor se desarrollaban conversaciones interesantes, en las que conseguíamos información de calidad sobre cualquier tema, porque había gente muy preparada que estaba dispuesta a ofrecer su conocimiento. No estoy hablando de los opinólogos que pululan en todas las tertulias de todas las televisiones, hablo de gente con experiencia en tecnología, en medioambiente, en la enseñanza, etc. etc. que eran reconocidos y se ganaban autoridad única y exclusivamente porque mostraban conocimiento... antes, en este saco, cuando alguien demostraba conocimiento se le escuchaba, antes, en este saco, cuando alguien demostraba ignorancia no duraba ni dos comentarios en cualquier hilo. Ahora el que dice una gilipollez se vanagloria de ello, ahora el que dice la peor sandez es aupado por la borregada al olimpo de la estulticia. Meneame molaba sobre todo porque bien utilizado este saco se podía convertir en la mejor herramienta para no caer en el dogma, porque en meneame se vislumbraba que la cuestión no es conocer por conocer y mucho menos para vanagloriarse de ese conocimiento, la cuestión es entender para compartir y mejorar... ahora se vislumbra una mierda, ahora se masca la ignorancia. Por eso muchos de los que estaban aquí con la intención de compartir conocimiento se han ido, por eso ahora meneame no mola nada.
Seguiré hablando del Professor y de la necesaria filosofía en otro artículo, cuando me apetezca, que es lo bueno que tiene hacer las cosas por la cara.
Según el paradigma formativo de la era industrial la gran tarea del maestro ha sido transmitir conocimientos a los aprendices para elevarlos gradualmente hacia su propia ciencia. Lo esencial del maestro es explicar, poner en evidencia los elementos simples de los conocimientos y hacer concordar su simplicidad de principio con la simplicidad de hecho que caracteriza a los espíritus jóvenes e ignorantes. Enseñar es, al mismo tiempo, transmitir conocimientos y formar los espíritus, conduciéndolos, según un orden progresivo, de lo más simple a lo más complejo. Parece que todos estamos de acuerdo en que es necesario evitar esos caminos del azar donde se pierden los espíritus todavía incapaces de distinguir lo esencial de lo accesorio y el principio de la consecuencia.
Esta manera de entender la formación y el aprendizaje ha sido la imperante desde la implantación del modelo educativo de la era industrial. Resulta paradójico que hace casi dos siglos, como nos cuenta Jacques Rancière en el Maestro ignorante (1985):
en 1818, la casualidad hizo que un maestro francés exiliado descubriera que se podía enseñar lo que no sabía.
Jacques Jacotot era un maestro progresista, un hijo de la Ilustración y la Revolución que descubrió el método de la enseñanza Universal . Este maestro francés enseñó a sus alumnos sin explicarles nada y les mostró su capacidad de aprender por sí mismos. Y lo hizo, tan solo, invitándoles a usar su inteligencia y alimentando sus búsquedas. Sin necesidad de explicaciones, ni de respuestas, ni de certezas.
Creo que Dios ha creado el alma humana capaz de instruirse sola y sin maestro. Hace falta aprender algo y relacionar todo el resto con eso, según este principio: Todos los hombres tienen una inteligencia igual. Aquel que no se cree capaz de enseñar lo que no sabe a su hijo aún no me ha comprendido.
Rancière se pregunta en el prólogo al libro de Jacotot ¿Para qué sirven entonces las explicaciones?, ¿Para qué sirven si se puede aprender sin ellas?. Y su respuesta es contundente:
Las explicaciones no sirven para enseñar al alumno lo que no podría aprender sin ellas; sirven para enseñarle que no podría aprender sin ellas, sirve para enseñarle su propia incapacidad.
Explicar alguna cosa a alguien, es primero demostrarle que no puede comprenderla por sí mismo.
Gracias a la casualidad Jacotot había roto con el mito de la pedagogía, un mito que divide al mundo en dos, los sabios y los ignorantes. Según Rancière lo que manifiesta Jacotot es que:
El arte de la pedagogía es el de reproducir indefinidamente la distancia, es decir, la desigualdad, que pretende suprimir
Con el método que plantea Jacotot, los aprendices aprendieron solos, de manera autónoma pero eso no quiere decir que aprendieran sin maestro. El método de Jacotot no cuestiona en ningún momento la necesidad del maestro. No pone en cuestión su papel. Sin maestro nada hubieran aprendido. El maestro fue necesario al menos para decir a sus alumnos que podían hacerlo, que podían aprender solos. Al menos para darles el impulso inicial. Pero su papel ya no tenía que ver con dar acceso al conocimiento que él poseía. Sólo había apoyado la voluntad de sus alumnos. Según Rancière, Jacotot había dejado de ser un maestro embrutecedor para convertirse en un maestro emancipador. Un maestro que emancipa, nos da …
no la llave del saber, sino la conciencia de lo que puede una inteligencia cuando se considera igual a cualquier otra y considera cualquier otra como igual a la suya.
Recientemente el pedagogo hindú Sugata Mitra ha puesto en práctica con éxito las ideas que hace casi dos siglos expuso Jacotot.
Mitra, en el experimento Hole in the Wall (HIW) o El Agujero en la Pared, en 1999 colocó una computadora en un quiosco creado en una pared en un barrio bajo de Kaljaki, Nueva Delhi, y los niños tenían libre acceso a usarlo. El experimento procuraba probar que los niños podrían aprender de las computadoras con mucha facilidad sin ningún entrenamiento formal. Sugata lo denominó Minimally Invasive Education (MIE) o Educación Mínimamente Invasiva. Desde entonces el experimento ha sido repetido en muchos lugares, HIW tiene más de 23 quioscos en la India rural y en 2004 el experimento también fue usado en Camboya.
En el caso de los docentes el cambio de rol está ligado a la transición del «modelo bancario» del conocimiento planteado por Paulo Freire hacia modelos más adecuados para las nuevas necesidades y más cercanos a las propuestas conectivistas. En estos modelos el aprendizaje se centra el diálogo entre aprendiz y educador, en la resolución de problemas, en el aprendizaje basado en proyectos, el trabajo en red, etc.
Podemos entender mejor el sentido de esta transición analizando como es (¿era?) el «modelo bancario» planteado por Freire. En este modelo en lugar de observar la educación como un proceso de comunicación y diálogo consciente y con discernimiento, la educación bancaria contempla al educando como un sujeto pasivo e ignorante, que ha de aprender por medio de la memorización y repetición de los contenidos que se le inculcan. Bajo esta lógica, el educador selecciona la información a priori, para luego instruirla, viéndose a sí mismo como un poseedor de verdades únicas e inamovibles.
El educador es quien escoge el contenido programático; los educandos, a quienes jamás se escucha, se acomodan a él.
Según Freire esta realidad provoca que
En cuanto más se ejerciten los educandos en el archivo de los depósitos que les son hechos, tanto menos desarrollaran en sí la conciencia crítica de la que resultaría su inserción en el mundo, como transformadores de él. Como sujetos del mismo
No solo Freire ha tenido claro que es necesaria una transformación en la educación y la formación, por ejemplo el pedagogo Francesco Tonucci, plantea que
se debe superar el modelo del aula para imaginar una escuela de talleres y laboratorios en los cuales se pueda reflejar la vida real y las varias inteligencias y vocaciones de los alumnos.
Tonucci entiende que
todos estos cambios no se pueden realizar cambiando una ley o proponiendo una reforma por buena que sea. Las leyes no son capaces de modificar las prácticas. La verdadera y eficaz reforma educativa sería garantizar a cada alumna y cada alumno un buen maestro.
Hace casi dos siglos que Jacotot probó con éxito su idea y en todo este tiempo proyectos formativos como el de Sumata Mitra han sido anecdóticos. Conociendo un poco el mundo de la educación, sobre todo la formal, no es demasiado aventurado concluir que los intereses de todo tipo han puesto difícil cualquier propuesta que se pudiera salir del marco establecido. Sin embargo la sociedad del conocimiento y la globalización casi exige cambiar paradigmas, incluso inventárselos. Como vimos en otro artículo, cuando no se conoce la solución y apenas de vislumbra el problema solo queda probar, equivocarse, aprender y volver a probar. Señala Claudio Magris:
Hace falta una educación que enseñe sin querer enseñar
Y como afirma el colombiano William Ospina, en su colección de ensayos La lámpara mágica
La educación sería más fácil si no creyera estar llena de respuestas… La educación no debe consistir tanto en llenarnos de certezas como en orientar y alimentar nuestras búsquedas. Nada debería ser definitivo, todo debería estar en discusión.
Con respecto al papel de los aprendices, Richard Gerver, una de las personas más influyentes en el ámbito educativo, lo tiene claro.
No se tienen en cuenta sus intereses cuando serán ellos en los que deberás confiar para solucionar las futuras crisis de la sociedad. Se debe tomar conciencia de que tus alumnos parten de un potencial enorme, son la generación más preparada de la historia y por eso, más que nunca hay que valorarles a ellos por lo que son, por las experiencias que viven y por la cultura en la que están inmersos. Sólo valorando a tus alumnos serás capaz de sacar lo mejor que llevan dentro.
Es necesaria una transformación en el aprendizaje, esa transformación pasa por desarrollar buenos maestros y ser un buen maestro depende en gran medida de ser consciente del potencial y las capacidades de los aprendices y actuar en consecuencia.
Visto en existentialcomics.com/comic/379, lo he recordado respondiendo a la última entrega del Manifiesto de Unabomber de Feindesland.
Había terminado el artículo cuando me he encontrado con esta maravilla de Darin McNabb. No se puede plantear mejor el problema del dogmatismo, la ideología y el conocimiento. Los argumentos de Darin me han obligado a rehacer el artículo, empezando por abandonar lo que propuse en el artículo anterior: "diseños instructivos" con un enfoque conectivista. Promesa espuria de una solución cerrada al problema del pensamiento crítico, lo que viene siendo "vender humo". Darin plantea la posibilidad del conocimiento en lo que se encuentra entre el dogma y el escepticismo, que si bien es inaprensible, lo que nos aboca al escepticismo, por otro lado el peligro de caer en el dogmatismo nos impele a seguir luchando por alcanzar el conocimiento a través de la razón. Ser o no ser, esa es la cuestión o... ¿era algo sobre el mercado, amigo? En todo caso advertir que si eres un adolescente confuso de los que aludo más abajo y estás entre 15 y 18 años, pasa de toda esta mierda que ya tienes suficiente por aprender de tu cultura. Solo se me ocurren un par de cosas que decirte que seguro que ya sabes, no permitas nunca que te den sermones y siempre muy bellacoso pero sin acoso. Si eres un adolescente confuso estás entre 18 y 60 y no entiendes nada, decirte que hay explicación, incluso más de una. En todo caso, si optas por quedarte prepárate para disfrutar.
La lista de reproducción de Darin ha sido un regalo que nos ayuda a definir el marco a partir del cual desarrollar con humildad nuestro pensamiento crítico, al mismo nivel que las palabras de José Luis Sampedro sobre lo que ha sido y debería ser la universidad. A partir de lo planteado por estos dos genios defino los siguientes postulados para afrontar adecuadamente el pensamiento crítico:
Las palabras de Darin nos llenan de incertidumbre y las palabras de Emilio Lledó nos permiten vislumbrar que esa incertidumbre es la que nos avoca a buscar el conocimiento.
Entre la orilla de Platón y la nuestra corren las mismas preguntas: ¿Cómo vivir? ¿Para qué pensar?. ¿Cómo pueden relacionarse la idea y la realidad? ¿Cómo se puede influir en los hombres para construir una ciudad justa? ¿Qué es amar? ¿Cómo puede el lenguaje comunicar eso que se llama verdad? ¿Por qué el lenguaje puede ir más allá de la simple referencia a lo real? ¿Qué es la idealidad? ¿Tiene la teoría alguna otra justificación que aquella que le da la praxis? ¿Son los conceptos, las palabras, reflejo fiel de la vida y del conocimiento, o son su deformación? ¿Puede la educación, la paideía, mejorar a los hombres? ¿Cuáles son las condiciones de posibilidad de una vida feliz? ¿Tiene sentido la palabra felicidad? No mucho más allá de estas elementales preguntas se extiende el territorio de la filosofía, o sea, de esa actividad del hombre por la que este ha pretendido situarse en un horizonte donde se armonicen el mundo y la mente, la realidad y las ideas (…). Cuando la filosofía se hace respuesta, cuando se configura sólo en el aséptico marco de su propio dogma, el pensamiento se seca y se anquilosa; cuando la filosofía se configura como pregunta escuchada, pero nunca plenamente respondida, como búsqueda, dificultad, encuesta, el pensamiento se dinamiza, y gana así continuidad, y, en consecuencia, futuro.
Resulta curioso que conceptos como sabiduría, pensar por uno mismo, ser uno quien es, arte de vivir, búsqueda, etc. actualmente nos suenen esotéricos, cuando son el fundamento de la cultura occidental que tiene sus raíces en la cultura grecolatina y desembocó en la ilustración. Fue Sócrates el primer "occidental" que pensó que la verdad estaba en cada uno de nosotros, que la verdad no puede ser impuesta por ninguna autoridad externa. El demonio de Sócrates, que no conocía la verdad pero sabía detectar el error era para el filósofo lo que hay en nosotros de divino. Como el tábano con el que le gustaba a Sócrates compararse, este demonio interno nos incomoda para que busquemos la verdad, pero esta actitud tiene sus consecuencias, para Sócrates la consecuencia fue la muerte por cicuta. Ahora sin embargo lo más temible serían las consecuencias de no asumir la actitud de Sócrates y si creemos en las posibilidades de la razón humana nos debemos alegrar de esa evolución.
El pensamiento crítico depende de afrontar adecuadamente el problema del conocimiento a partir de las tres preguntas kantianas sobre la razón y el conocimiento, a saber:
Obviar o confundir que pregunta estamos afrontando o, dicho de otro modo, ignorar o confundir el marco de discusión nos impide asumir que el conocimiento se desarrolla siempre dentro de un paradigma y provoca que surjan problemas como el cientifismo. Por eso en este saco se desarrollan continuamente discusiones filosóficas a partir de evidencia científica con muy poco fundamento. Resulta curioso que estas discusiones filosóficas que rayan el absurdo las fomenten precisamente los perfiles más cercanos al cientifismo.
El perfil de aprendiz para el que van destinados estos artículos sería el de un "joven preocupado" (espero que no sea un oxímoron) por los problemas del mundo que le ha tocado vivir y no sabe por donde empezar a entender ese mundo. La motivación original fue mi interés por que mis hijos, que actualmente tienen 20 y 16 años, se interesaran por "estas cosas". Como es muy probable a la par que deseable, a pesar o por mi insistencia, que pasen finalmente de mi culo espero que al menos a algún adolescente confuso le pueda venir bien o a personas como yo mismo o @RoterHan que en su momento la vida no nos dio para estos berenjenales pero nunca perdimos el interés.
Los primeros homínidos se "desarrollaron" hace 6 millones de años en África, en el Valle del Rift. Entrecomillo desarrollaron porque no aparecieron, fue la necesidad de bajar de los árboles, porque las sequías les impedían encontrar alimento suficiente, lo que les obligó a andar sobre dos patas y a desarrollar actividades complejas de forma colaborativa. (por meneos como el de ¿Competencia o colaboración? vale la pena seguir entrando en este saco, tanto por el propio meneo como por los comentarios y la actitud que tienen los meneantes en este caso. Tenía que decirlo). Por lo tanto la primera preocupación del hombre fue su entorno natural, por eso los mitos de las primeras culturas tienen que ver con la naturaleza y surgen más de la imaginación que de la razón. Fue Tales de Mileto el primero que, según Aristóteles, se dedicó a investigar las primeras causas y los primeros principios desde la razón, señalándolo así como el primer filósofo y fundador de la filosofía natural. Para los mitos hay innumerables referencias en nuestro amado y mal comprendido Internet, ahora vamos a aproximarnos al nacimiento del conocimiento como lo entendemos ahora; a través de la filosofía.
Considero pedagógico enfocar el estudio de la historia del conocimiento desde dos perspectivas. Pedagógico en el sentido de que este enfoque nos puede ayudar a aprehender el verdadero sentido del conocimiento.
La primera perspectiva la denomino la perspectiva especulativa o Hegeliana, porque parte de la concepción Hegeliana del conocimiento. Para Hegel el conocimiento es consecuencia de un proceso histórico. Eloy Terrón, en el "Prólogo" a la Introducción a la Historia de la filosofía de Hegel dice: "la filosofía de Hegel es la última gran filosofía especulativa. En ella finalizan y se articulan todos los movimientos del pensamiento del pasado. La filosofía de Hegel contiene todos lo momentos del desarrollo del pensamiento… pero superados y unificados". Por eso es tan complicado Hegel, porque no se puede comenzar a leer la obra de Hegel sin tener un conocimiento previo del pensamiento filosófico anterior. Carezco de conocimientos suficientes sobre filosofía como para sentenciar nada sobre Hegel, pero la intuición, espero que no tanto la atrevida ignorancia, me impulsa a decir que Hegel es el primer filósofo que metaanaliza la filosofía, que se había ocupado del conocimiento y su valor pero nadie hasta Hegel o al menos con la profundidad de Hegel ha analizado como y porqué evoluciona el conocimiento. A partir de ese conocimiento y por el momento histórico que le tocó vivir Hegel pudo intuir el problema de la libertad individual que nace por la ilustración. Para definir el problema utiliza todas las herramientas que otorga la filosofía a través de la crítica, en el sentido filosófico, a la modernidad kantiana y al romanticismo.
La segunda perspectiva sería la de la filosofía como decadencia, que expone Giorgio Colli en uno de los libros con los que más he disfrutado en mi vida; "El nacimiento de la filosofía" (este es el link al libro en pdf, leedlo que lo vais a flipar muchísimo y es cortito, aunque esperad a terminar este artículo para enfocar mejor su lectura). Para entender por donde van los tiros en este caso incluyo aquí lo que dijo el propio Platón sobre la filosofía y que incluye Colli en su libro.
Ningún hombre sensato se atreverá a confiar sus pensamiento filosóficos a los discursos y con más razón a discursos inmóviles, como es el caso de los escritos con letra... Por eso precisamente toda persona seria se guarda bien de escribir cosas serias para no exponerlas a la malevolencia y a la incomprensión de los hombres. En una palabra, después de lo que se ha dicho, cuando se ven obras escritas por alguno, sean las leyes de un legislador o escritos de otro género, se debe concluir estas cosas escritas no eran para el autor la cosa más seria, si este es verdaderamente serio, y que estas cosas más serias reposan en su parte más bella; pero si verdaderamente este pone por escrito aquello que es fruto de sus reflexiones, entonces "es cierto que", no los dioses, sino los mortales "le han quitado la sensatez".
Si la perspectiva especulativa/hegeliana nos aporta una visión acumulativa del conocimiento hasta y desde la modernidad, la de Colli entiende a la filosofía como pérdida de "algo" que tenían los sabios previo al nacimiento de la filosofía. Estas visiones contrapuestas se expresan también entre la cultura oriental y la occidental. Sin duda que esta realidad algo tiene que ver con que Hegel llegara a calificar a los chinos de carentes de honor, pero, como dice el maestro Carlos Pérez Soto, tanto Hegel como Kant no son más que unos viejos de mierda.
Hasta ahora hemos desarrollado un marco en el que situar el problema del pensamiento crítico desde el punto de vista de la actitud necesaria frente al conocimiento. Pero ¿Cómo empezar a desarrollarlo?¿Qué estructura y contenido sería conveniente para comenzar? y, sobre todo, ¿Cómo disfrutar más y mejor en ese desarrollo? Hay un momento en el que cada cual encuentra su vía de goce, pero en las primeras fases del aprendizaje de temas complejos puede ayudar mucho disponer de una estructura sobre la que comenzar.
A partir de lo planteado más arriba propongo dos vías sobre las que desarrollar esta estructura. La vía especulativa o Hegeliana y la vía de la sabiduría inmanente que la llamo así porque se me acaba de ocurrir.
En la vía especulativa o Hegeliana tenemos que celebrar el esfuerzo que está haciendo desde México el doctor en filosofía y experto en Hegel Alejandro Cavallazzi con su canal de YouTube "Estamos filosofando". Todo el canal es aprovechable y para desarrollar la estructura planteada resulta perfecta la lista de reproducción sobre la historia de la filosofía. Cuando estoy escribiendo estas líneas el orden de los documentales en esa lista de distribución está cambiado, os aconsejo seguir el orden sobre todo porque el primer documental sobre los presocráticos es... maravilloso. Se llega a entender porqué el colega de Bertrand Russell, Alfred North Whitehead dijo que "Toda la filosofía occidental es una serie de notas a pie de página de la filosofía platónica." y es porque Sócrates y Platón se apoyaron en los verdaderos sabios, en aquellos que fueron capaces de plantear las preguntas fundamentales; los presocráticos. Los vídeos se pueden solo escuchar porque el guion es impecable y también ver ya que Alejandro y su equipo han hecho un maravilloso trabajo de edición. Indicar que para el que quiera ahondar en los temas tratados, Alejandro incluye en cada apartado una bibliografía explicada con mucho criterio. Dentro de esta vía incluyo también:
La idea de la vía de la sabiduría inmanente surgió escuchando las conferencias de Tomas Abraham sobre la historia de la filosofía, en las que marca las diferencias entre la erudición y la búsqueda del camino propio para el conocimiento. Si has llegado hasta aquí espero que te fíes de mi si te digo que lo escuches porque vas a disfrutar como un enano. Abraham tiene un hueco en mi corazón porque fue el que en sus conferencias sobre los maestros del pensamiento me dio a conocer a Giorgio Colli. No te pierdas ninguna de esas conferencias, vas a gozar mucho. Aunque podría estar en el apartado anterior incluyo a Darío Sztajnszrajber en esta opción porque es argentino... es coña pero es también cierto que aunque trata la filosofía con estructura académica el tono de su discurso casa más con esta vía. Destacaría dentro del canal de YouTube de la Facultad Libre, la lista de distribución; Filosofía en 6 libros, y en la de 8 filósofos no me perdería la conferencia sobre Heidegger. Dario Sztajnszrajber es un caso atípico porque aun siendo profesor de filosofía es también un personaje mediático en Argentina y por eso ha podido desarrollar programas de fondo filosófico con una producción muy elaborada, como los del programa mentira la verdad.
Hay infinidad de contenido con la suficiente calidad para incluirlo aquí, pero considero que lo expuesto es suficiente para comenzar.
Según el principio de razón suficiente, todos los eventos que a primera vista parecen azarosos o contingentes, en realidad tienen una explicación suficiente, su aparente incompresibilidad es que no disponemos de un conocimiento completo de los mismos. ¿Cuál es la razón suficiente del conocimiento?¿Por qué queremos conocer? Si lo "pensamos" desde un punto de vista exógeno al propio pensamiento surgirán infinidad de razones lógicas y/o prácticas, pero si lo pensamos desde el propio pensamiento entraremos en un bucle infinito, como le pasó a Descartes, porque ese demonio interior que no conoce la verdad pero sabe detectar el error, que era para Sócrates lo que hay en nosotros de divino, es inexplicable para nuestro propio entendimiento. Cómo afecta esta falta de razón suficiente a nuestro pensamiento crítico lo dejo para la reflexión de cada uno, porque esa reflexión es la que puede permitir el desarrollo del escepticismo necesario.
Este artículo lo escribo como consecuencia del meneo ¿Cuanto sabes de filosofía? y porque últimamente estoy entrando en MNM para poner en práctica el mejor método de aprendizaje, a saber; intentar explicar lo que pienso sobre algo. En lugar de escribir varios comentarios, escribo un artículo, así estructuro mejor el pensamiento y es probable que aprenda más.
Si ese algo que se pretende explicar es la filosofía la cosa se complica porque el numen socrático azuza a preguntar por los fundamentos, por el origen, por el ser de las cosas. A partir de esto, se puede llegar a entender la profundidad del "solo se que no se nada socrático", para que no se quede en una boutade del griego inmortal. Para profundizar en esta idea en necesario entender el contexto histórico en el que Sócrates expuso su posición ante el conocimiento. La cultura griega en tiempos de Sócrates era una cultura oral, en la que las leyes se basaban en la tradición y eran los "poetas" los que cantando transmitían la tradición y las leyes. Entrecomillo "poetas" porque los poetas griegos no tenían nada que ver con la idea de poeta actual, estando más cerca de los medios de masa actuales que, como los poetas en la Grecia clásica, exponen la realidad a partir de la tradición y de los intereses de los que quieren mantener sus privilegios. A partir de esto, se puede entender la tensión de Sócrates con los poetas y con los sofistas, a saber; estos lo sabían todo y Sócrates por no saber nada y preguntarse por todo fue condenado a muerte.
Se puede entender aún mejor porqué Sócrates decía que no sabía nada si analizamos como entendía el conocimiento, que lo asimilaba con el recuerdo. Por eso Sócrates ponía en práctica la mayéutica comenzando por preguntar por cualquier concepto que no recordaba. Pero ¿Qué es ese recuerdo asociado con el conocimiento? y, sobre todo, ¿Qué tiene que ver ese recuerdo con la actitud de Sócrates ante el conocimiento? En este punto hay que tener en cuenta que Sócrates ya se apoyaba en hombros de gigantes, y los presocráticos ya habían comenzado a preguntarse por el mundo desde la razón. En concreto los pitagóricos plantearon que el origen, lo que los griegos llamaban arqué, son los números, las matemáticas, idea que por cierto sigue vigente hasta hoy. Por eso, en el diálogo platónico "Gorgias" Sócrates expone la idea del recuerdo con un ejemplo matemático, que no voy a exponer aquí para incitar a su lectura, pero si recojo la idea. Hay tres maneras de recordar, por lo tanto según Sócrates de conocer. Si nos preguntan por la tabla de multiplicar, para recordarla podemos cantarla (como los poétas), podemos haber hecho una chuleta y sacarla (la chuleta) en el examen (como promueven los sofistas) o podemos "recordar" algo que está antes, no en el tiempo, si no en el propio recuerdo/conocimiento. Podemos recordar/conocer que es la multiplicación, y ponerla en práctica. La conclusión más importante que se puede obtener de este planteamiento es que este es el único método que nos puede acercar a la "verdad" desde el propio conocimiento, y como corolario; así, queridos niños, se deben aprender las matemáticas, entendiéndolas desde el recuerdo de sus fundamentos. Las matemáticas no se aprenden, se entienden.
Para contestar a la pregunta que da título a este artículo; ¿Sabes filosofía? Hay que tener en cuenta lo que dijo el compañero de Bertrand Russell, Alfred North Whitehead
Toda la filosofía occidental es una serie de notas a pie de página de la filosofía platónica.
Creo que a partir de todo esto se puede concluir entonces que no se sabe filosofía. Si se puede conocer la historia de la filosofía para poder poner en práctica lo que provoca su propio nombre, amar al conocimiento.
Quiero dejar la semilla que me anime a escribir otro artículo sobre por que amar al conocimiento conociendo la historia de la filosofía con un apunte que ayude a entender porque se puede llegar a descubrir quien hizo filosofía y quien se comportó como un sofista o un "poeta", en palabras de Hegel, ¿Quién esta en la casa de Spinoza? o, como decía el propio Spinoza ¿Quién es un hombre de razón? Este proceso desenmascara a pensadores que en algún momento fueron referentes. En mi caso eso me ha pasado con Karl Popper, que tan bien planteó el problema del autoritarismo y, aunque superada por Kuhn o Lakatos, desarrolló su filosofía de la ciencia. Las conclusiones de Popper en su obra "La sociedad abierta y sus enemigos" sobre Sócrates lo único que dejan claro es que, o bien no leyó una línea de la obra de Platón, o bien no entendió nada o bien no quiso entender nada porque no le interesó. No desarrollo más esta idea para incitar al lector a seguir amando el conocimiento... leyendo.
Podría haber subido el nivel de clickbait titulando el artículo con algo como "Los fachas que parten el bacalao" y, con toda la razón, los fachas que lo son conscientemente y los que no lo son conscientemente y son conservadores, junto a los de izquierda con dos dedos de frente tirarían el artículo por erróneo y manipulador. Si hubiera tenido en cuenta estrictamente los motivos por los que escribo el artículo tendría que haberlo titulado: El otro en meneame, siguiendo con la serie de artículos, casi abandonados, dedicados a fomentar el pensamiento crítico, el científico y el filosófico, pero este título me gusta mucho más, porque la derecha, camaradas y sin embargo amigos, mola mazo.
Este artículo está dedicado a @Waskachu, porque fue en el hilo sobre la revolución francesa donde empecé a pensar de otra manera como hacer uso de meneame como herramienta para mi propio aprendizaje fomentando a la vez lo que he indicado más arriba. La solución la encontré en Sócrates y su mayeútica y, sobre todo, en reconocer hasta que punto el Solo se que no se nada socrático es el fundamento de todo el conocimiento filosófico y científico posterior, porque en el y por resumir, ya está el empirismo de Hume, la duda metódica de Descartes, que es el verdadero fundamento de la ciencia como la entendemos ahora, y hasta el giro copernicano de Kant. Sócrates nos deja desnudos ante la realidad porque es nuestra consciencia individual lo único que tenemos para entenderla. Porque los clásicos dejaron de pensar en el ser, Heidegger al cabo de los siglos inventó el Dasein, pero que vivimos arrojados a la realidad con nuestra consciencia para afrontarla ya está en Sócrates, incluso la muerte de dios de Nietsche se produjo porque Spinoza leyó las sagradas escrituras imbuido por el espíritu socrático. Por cierto, si alguno quiere convertirse en un ateo con criterio o es creyente y quiere conocer las raíces del ateísmo moderno, puede leer El hereje y el cortesano. Spinoza, Leibniz y el destino de Dios en el mundo moderno. Esto es importante porque si dices que eres ateo pero no sabes lo que implica eso con toda probabilidad te convertirás en lo que Spinoza decía cuando le preguntaban si era ateo, que no lo era porque los ateos suelen pensar mucho en el dinero.
Resumiendo niños, si queréis a afrontar el problema del pensamiento crítico, científico y filosófico, empezad por leer y entender a Platón, primero porque todo el pensamiento posterior son notas a pie de página de su obra y, sobre todo, es un auténtico placer leer a Platón. Como dice Ernesto Castro, Platón es como el cerdo, se aprovecha de él hasta los andares. Por si a alguien le sirve llevo una temporada leyendo los diálogos y luego viendo el comentario de Ernesto Castro en su lista de distribución sobre Platón, considero que así se obtiene mucho más conocimiento.
¿Donde está la puta /racional derecha? Tranquilos niños porque ahora que conocemos nuestra situación en el mundo, a saber, una mota en el universo con consciencia propia, hay que hablar del otro. Podríamos tirar de Derrida, que ha sido el filósofo que con más profundidad a tratado el problema del otro, pero mejor vuelvo a Spinoza, porque si se entiende en profundidad que cuando dijo "no reírse, no burlarse ni detestar sino entender", no estaba exponiendo una posición ética si no la actitud necesaria para el conocimiento del otro y de uno mismo, tendremos claro cual debe ser nuestra postura con el otro al menos para el conocimiento, que es una buena manera de empezar.
Abro aquí un pequeño paréntesis para advertir que nombrado un pensador "posmoderno" espero al menos un flame al respecto... ayudo un poco; cualquiera que quiera alardear de pensamiento científico reconoce a la posmodernidad como su enemigo. Alguno dirá; ¡te estás riendo! Ya, pero Spinoza le diría; joder, si alardeáis de ser personas de razón y habláis de alguna cosa al menos conocedla, aunque sea un poco, ¡coño ya!. Mira que lo intento pero me cuesta no detestar a los cientifistas, porque no respetan lo que dicen defender.
Vayamos al asunto, hablemos de mis amigos; "los de derecha". En el hilo, aludido más arriba, sobre la revolución francesa me quejaba del tono del vídeo y del canal en general, que es pura representación de la derechona española que no es capaz de evolucionar, como cualquier buen izquierdista asume. Fue en el programa de Bertín Osborne, Mi casa es la tuya, con Isabel Díaz Ayuso cuando fui consciente que la derecha estaba evolucionando mucho más de lo que podía esperar un izquierdista como yo, imbuido en mi propia ideología. Gracias Bertín, no disfrutaba de un programa de televisión tan impactante desde Contacto con tacto. Amigos de izquierda, asumamos que Ayuso no es ninguna estúpida, que hay muchas ideas y fundamentos detrás de ella. ¿Cuáles son esos fundamentos?¿Cómo está evolucionando realmente la derecha española? Analizando el asunto he llegado a una primera conclusión, muchos de los que atacan a la actual derecha se asombrarían al reconocer la verdadera evolución de la derecha y muchos de derechas que votan y defienden a la derecha en España se asombrarían aun mucho más, porque...
La derecha española está evolucionando, arrastrada por los Think tank globales, hacia el anarcocapitalismo.
Comencé a desarrollar esta idea escuchando a Escohotado explicar por que los liberales, si lo son de verdad, acaban siendo anarquistas. No voy a buscar la referencia de Escohotado, porque aunque me gusta en muchos sentidos, no soporto que insista tanto en que es el poseedor de la verdad porque el si ha leído e informado y el resto no. Sigo a otros pensadores "liberales" como Antonini de Jiménez, pero el que más me ha ayudado a entender lo que realmente es el anarcocapitalismo y a reconocer porque el anarcocapitalismo es la evolución natural de la derecha ha sido el gran Miguel Anxo Bastos. Comencé a escucharle en una de las mejores exposiciones que he podido disfrutar sobre la ilustración y la revolución francesa (@Waskachu, reconoce que esto es otra cosa :) ). Pero estas ideas no ha sido lo mejor que he obtenido escuchando a Miguel Anxo, ni mucho menos, con este señor he sido plenamente consciente hasta que punto la inevitable ideología nos impide convertirnos en personas de razón en el sentido spinozista. ¿Por qué? Por que representando a una ideología muy alejada de la mía, con el he podido reconocer, como con ningún otro, porque todas las grandes ideologías, excepto la liberal, coinciden en que el estado siempre se convierte en gestor de intereses que no pueden coincidir con los del individuo. Tengo más ejemplos de este gallego del que todo se puede aprovechar, porque es una persona de razón, pero me quedo con la conversación que tiene con Juan Ramón Rallo sobre la viabilidad del anarcocapitalismo, Rallo defendiendo una postura liberal clásica y Anxo defendiendo la posibilidad del anarcocapitalismo... esa conversación, cambiando los términos ideológicos, podría trasladarse a una conversación entre un socialdemócrata y un anarquista ilustrado y dirían fundamentalmente lo mismo. La diferencia es que los libertarios de derechas no asumen al mismo nivel de importancia que los de izquierda el problema del trabajo asalariado como mercancía y como explotación, pero por lo demás serían discursos idénticos. Bonus Track, si los de izquierda nos quejamos que siempre estamos a hostias, mirad como se las gastan los de derecha en este video de Jesús Huerta de Soto... y flipad mucho.
Resumiendo, los de derecha molan igual que los de izquierda a partir de que se asume el solo se que no se nada socrático o, desde la modernidad, se sigue la duda metódica, es decir, cuando dejamos suspendida la ideología.
Para justificar esta tesis es necesario tener en cuenta que el marxismo es consecuencia del pensamiento de Hegel y este a su vez consecuencia del pensamiento de Kant y Kant es dios, es decir, Kant, es un viejo de mierda. Como corolario de la tesis sostengo que, más de un siglo antes del giro copernicano de Kant, en El Quijote está desarrollada la idea de que la identidad es una irrealidad que no nos es propia, argumento que da la razón a la filosofía buenista (de Gustavo Bueno) según la cual España con la conquista de América y junto a la herencia escolástica es la verdadera madre de la modernidad.
Como recordaba Francisco Umbral, en el discurso por la entrega del premio Cervantes, Voltaire dijo:
Yo, como don Quijote, me invento pasiones para ejercitarme
para Umbral
Esta gentil declaración de Voltaire encierra, me parece a mí, la más fina y sutil interpretación de Cervantes. Porque Don Quijote no está loco y Cervantes mucho menos, eso lo sabemos desde el principio del libro. Don Quijote es hidalgo cincuentón y soltero que, llegado a ese ápice de la vida, decide pegar el salto cualitativo y cambiar la realidad de los libros por la irrealidad de la vida, mucho más palpitante y vibrátil de lo meramente escrito.
Los mucho españoles que están leyendo el artículo con la intención de cagarse en las muelas del autor de semejante sacrilegio sin duda se están preguntando; ¿Qué cojones tiene esta mierda que ver con que el Quijote sea marxista? Me gustaría contestarles que nada, que solo era para disfrutar leyendo como sueltan su bilis, pero felizmente van a poder soltar su estulticia más a gusto si cabe, porque Marx y Alonso Quijano están inextricablemente relacionados. Para des-inextricar (el des-inextricador que lo des-inextrique… ) esta relación hay que analizar otra relación más inextricable (… hace poco aprendí esta palabra) si cabe. La de Hegel con Kant.
Como punto de partida del análisis, las dos grandes operaciones que Kant lleva a cabo son:
El yo individual no es una “cosa” por sí mismo (como el cogito cartesiano). Ponemos el orden del mundo y, con ello, es nuestra actividad cognoscitiva la que nos permite captar algo como mundo. Hasta aquí es evidente porqué El Quijote es kantiano, aunque sería más correcto decir que Kant "es" quijotesco.
¿Qué pasa con Hegel? Parto de la idea de que el concepto hegeliano de superación no se reduce a un simple acto de "ignorar una contradicción", sino a un reconocimiento de esta sin el cual no se puede superar la antinomia y así la inextricable (que bonita es) relación entre Alonso Quijano y Don Quijote entra en juego. Cervantes, como Hegel, lejos de rechazar la ley de no contradicción la radicaliza, y la pone exactamente en el centro del pensamiento, en este caso de Alonso Quijano siendo Don Quijote o de Don Quijote "superando" a Alonso Quijano. Como Don Quijote con Dulcinea, Hegel "sueña" a su propio pensamiento como la superación del pensamiento de Kant que como parte de su estrategia argumentativa en contra de la posibilidad de la metafísica como ciencia, confecciona una serie de argumentos, cuya finalidad es demostrar que del uso metafísico de la razón, es decir, del uso de la razón libre de ataduras empíricas, se derivan contradicciones de manera necesaria.
Aunque no sea necesario para la argumentación comparto, por su belleza, una de las antinomias descritas por Kant.
Supóngase que el mundo tiene comienzo en el tiempo. De este supuesto se sigue que hubo un tiempo en que no existió nada. Pero si hubo un tiempo en que no existió nada, dado otro supuesto, de la nada no puede venir nada, entonces ahora no habría nada. Que ahora no haya nada contradice otro supuesto bastante obvio, saber que hay algo. Por tanto no es posible que el mundo haya tenido comienzo en el tiempo. Respecto a la conclusión de la reducción anterior, suponga que el mundo no tuvo comienzo en el tiempo. Si es así, antes de que cualquier evento haya ocurrido, debió haberse completado un infinito número de eventos previos. Dado que es imposible que se complete un infinito número de eventos, entonces no habría ningún evento, lo cual contradice el obvio supuesto de que hay por lo menos un evento. Por lo tanto no es posible que el mundo no haya tenido comienzo en el tiempo. Como conclusión razonada de esta antinomia podríamos decir que a Kant se le quedaría el culo torcido descubriendo que la teoría del Big Bang parte de la experiencia empírica.
Hegel estima que la exposición y demostración de las antinomias es el aspecto más valioso de la filosofía de Kant. Según Hegel
Este pensamiento según el cual la contradicción que se asienta sobre lo racional a través de las determinaciones del entendimiento es esencial y necesaria, es para uno el más importante y profundo de los avances de la filosofía del tiempo moderno
Teniendo en cuenta la esencialidad y necesidad de las contradicciones Hegel considera deleznable la tesis inferida por Kant. Para Hegel:
Este punto de vista tiene tanta profundidad como trivialidad tiene la resolución, la cual consiste sólo en ponerse tierno con las cosas mundanas: No debe ser que la esencia mundana tenga la marca de la contradicción, sino que ésta debe provenir sólo de la razón pensante.
Kant concluye que del uso metafísico de la razón se siguen necesariamente contradicciones, pero tales que no vale que esa misma razón aplique sobre ellas la regla del absurdo: dichas contradicciones son esenciales a la razón. Kant resuelve que la razón pura es contradictoria, y que por ende habría que reprimir el uso metafísico de la misma: prohibirle que se ocupe de la realidad en sí y encargarle a cambio que se ocupe solo del mundo sensible, del fenómeno. ¿Por qué juzga Hegel que tal ternura hacia la sensibilidad es una resolución trivial? Porque la única manera de justificar la posición de Kant depende de hacer uso metafísico de la razón. Según Hegel:
No ayuda en nada hacer uso del recurso según el cual la razón cae en contradicción sólo por aplicar las categorías, pues también se afirma que aplicar las mismas es necesario y que la razón no dispone de otras determinaciones para conocer qué son las categorías.
La intuición nos induce a creer que las contradicciones son malas o totalmente indeseables y, por lo tanto, que habría que hacer todo lo posible por eliminarlas o, incluso, evitar su generación. Pero precisamente, según Hegel, el mérito imperecedero de Kant es haber mostrado que, en el caso de las antinomias, es lo mismo negarlas que generarlas. De modo que por el hecho de haber encarado el asunto de las contradicciones del modo como Kant lo hizo, rechazándolas, habría hecho una inferencia inválida, dándole la espalda a su gran aportación. Cabría alegar que no es lo mismo negar que rechazar, que negar es una función de oraciones, pero que rechazar es una función de acciones. Pero aun admitiendo esta distinción es verdad que no se sigue del hecho de que una proposición sea antinomia que esta proposición sea rechazable, no porque no sea posible una regla práctica que autorice una clase de inferencia semejante, sino porque, al hacer uso de esta regla, se incurriría en contradicción, de modo que se estaría eludiendo una antinomia de proposiciones a cambio de admitir una antinomia pragmática. Pero si el problema era con las antinomias, entonces este intercambio es irrelevante.
Según Hegel:
El significado cierto y positivo de la antinomias consiste, en suma, en esto: que todo lo que es efectivamente real contiene en sí determinaciones opuestas
Hegel busca el conocimiento del universal, desde donde considerar que incluso este carácter de las antinomias se encuentra no solo en casos aislados, sino también latente en todo aquello que es real. Quijote y Sancho cabalgando en busca de Dulcinea.
¿Qué pasa con Marx? Según lo expuesto hasta aquí, queda claro (como el agua clara) que Marx y Don Quijote son hegelianos o, dicho con más propiedad, Hegel y Marx, por herencia de aquel, son quijotescos. Que Marx es quijotesco se manifiesta además en una realidad absolutamente inextricable (con dos cojones); más que inspirar, ambos nos avocan a la acción.
Si pretendemos analizar la situación actual de la formación y el aprendizaje deberíamos evitar caer en la falta de neutralidad, buscando el equilibrio entre posiciones utópicas y distópicas. Desde cierto punto de vista podría parecer que la educación tradicional, desarrollada para la sociedad industrial, carece de valor, sin embargo lo que está por venir resulta una utopía en la que todo será posible. El sentido común nos dice que la primera afirmación carece de sentido; la educación tradicional basada en el modelo industrial ha resultado, sin lugar a dudas, un logro social sin precedentes. Por otro lado la prudencia y la lógica nos hacen analizar en su justa medida los cambios que ya se están produciendo en la formación y el aprendizaje.
La comparativa del modelo educativo industrial en contraposición a las nuevas formas de aprendizaje se podrían resumir en las siguientes ideas y características:
El modelo educativo industrial se caracteriza por:
Aparecen otros modelos, estrategias, paradigmas, etc. cuyos fundamentos ya estaban escritos hace mucho tiempo y, en términos generales, se caracterizan por:
Por supuesto que hay gente que no está de acuerdo con los nuevos modelos educativos y bien es cierto que como indica Jordi Marti en su blog Xarxatic:
No hay ponencia educativa ni tuit que se precie en el que no aparezca el demonio educativo del siglo XXI: la escuela tradicional. No, no hay gurú que soporte más de cinco minutos de charla sin referirse a ella ...
Jordi y otros educadores consideran que se ha puesto de moda criticar la "educación tradicional" con la intención de sacar tajada "montando" modas educativas, que en el fondo tienen poco fundamento. Montajes propagandísticos destinados a crear un prestigio falto de fundamento surgen en la educación, en la alimentación, en la cultura, etc. etc. Esto no es nuevo, lo que si que es nuevo es que tenemos información accesible y en exceso, que puede facilitar la manipulación y también puede agobiarnos por el exceso, puede infoxicarnos, pero también es cierto que si tenemos la actitud, la habilidad, en resumen la competencia para manejar la información y le unimos el pensamiento crítico y el científico, podremos acabar con cualquier manipulación. Este sería el círculo virtuoso que justificaría la necesidad de un nuevo enfoque en la formación.
Entre los argumentos utilizados por los defensores de la educación tradicional quizás el más utilizado en contra de otras opciones formativas es que estas están en contra de la cultura del esfuerzo, que plantean un mundo idílico e irreal en el que se aprende por verbigracia de la motivación, de la creatividad y del entusiasmo, pero sin esfuerzo. Jose Almeida en su blog da una vuelta de tuerca a este argumento llegando a decir que los que están en contra de la educación basada en las clases magistrales y enfocada en contenidos en realidad desprecian el conocimiento. Según Jose Almeida
Vivimos en un tiempo en el que el antiintelectualismo se ha infiltrado en todas las capas sociales, el conocimiento se banaliza y la persona instruida en cualquier saber debe disfrazarse coloquialmente de "friki" para poder sobrevivir en su entorno social. Solo deslumbra el que alcanza el éxito, aunque sea debido a la futilidad más absurda. Lo racional ha perdido de nuevo la batalla, no solo contra lo emocional sino también contra una frivolidad hedonista que provoca arcadas. Se desprecia sin tapujos cualquier amago de conocimiento demostrado, de dato contrastado o de opinión argumentada.
Para Almeida las nuevas tendencias educativas son una consecuencia más de la falta de criterio intelectual y de que el conocimiento se banalice. La primera y muy evidente incoherencia de este planteamiento es que esa falta de criterio intelectual es consecuencia directa del actual modelo educativo. A partir de esto carece de fundamento afirmar que la "educación tradicional" o la "educación enfocada al contenido" es la mejor herramienta para conseguir una sociedad con criterio intelectual que tenga en cuenta la creciente necesidad de la gestión del conocimiento.
Donde a Jordi se le rompe la tuerca de tanto forzarla es cuando afirma que
... deberíamos andar con cuidado porque detrás de la proliferación de críticas a la docencia realista y pragmática que tiene resultados (por supuesto mejorables) y ha permitido posibilidades de futuro a miles de alumnos no se intuye un intento de mejora de lo existente sino su sustitución por ensoñaciones intelectualmente propias del pensamiento mágico que, en el fondo, enmascaran el último intento del sector privado por dirigir y capitalizar la "modernización" pedagógica de nuestras aulas y nuestros profesores.
Según esto está "la docencia realista y pragmática", la de siempre, y luego está la "otra" que además de carecer de fundamentos sus objetivos son más que discutibles ... todo esto con el único argumento de "que yo lo valgo" y "con un par" . A Almeida solo le ha faltado catalogar a las nuevas tendencias educativas como populistas y bolivarianas. La conspiración paranoica de que vienen los del sector privado para capitalizar la "modernización" pedagógica se queda sin fundamento cuando es precisamente en el sector público en el que aparecen los mejores resultados de la puesta en práctica de otras maneras de entender la educación y el aprendizaje. Esta visión de los nuevos modelos educativos es muy común, no solo entre los educadores. Esta realidad se puede observar en cualquier foro que trate el tema, incluso si es el sistema educativo más avanzado del mundo el que opta por los nuevos modelos educativos.
Sin quererlo Almeida en su artículo ha expuesto claramente porqué es necesaria otra manera de aprender. El conocimiento es la base, sin duda, pero como herramienta para resolver problemas, contradicciones y enigmas, que se nos plantean en el mundo de las cosas. Por nuestra condición los seres humanos aprendemos por la curiosidad, la pasión por el conocimiento, como se le quiera llamar, lo cual ha de servir de acicate para la investigación, la reflexión y la creación, para no convertirnos en esos burócratas, sobre los que Antoine de Saint-Éxupery escribía:
Viejo burócrata… has construido tu paz a fuerza de bloquear, como lo hacen las termitas, la salida hacia la luz. Has rodado, como una bola, tu seguridad burguesa; en tus rutinas, en los mitos asfixiantes de tu vida provinciana; has alzado esa humilde morada contra los vientos, las mareas y las estrellas. No quieres inquietarte con los graves problemas, bastante trabajo has tenido con olvidar tu condición de hombre… No planteas preguntas sin respuesta, eres un pequeño burgués. Nadie te ha sacudido los hombros cuando aún era tiempo. Ahora la arcilla, con la que estás hecho se ha secado y endurecido y nada, en ti, podría, en adelante despertar al músico, al poeta, al astrónomo, que quizás te habitaba en un principio.
¿Conocemos el conocimiento? El conocimiento se fundamenta en definir patrones que puedan ser abarcables por la razón, a partir de estos patrones podemos ser capaces de comunicar, explorar y analizar el conocimiento. Una educación perfectamente estructurada y basada en el contenido tenía fundamento en una sociedad estructurada en la que el conocimiento estaba organizado de forma estática, jerarquizada y definida en contenedores. Hoy día la sociedad tiende a estructurarse en redes dinámicas y en "ecologías", es decir, carece de estructura estable, la estructura ahora es el fruto de la organización, no su requisito previo. Es necesario desarrollar modelos de aprendizaje que se adapten a la nueva situación, son necesarios modelos de aprendizaje flexibles, abiertos, enfocados a obtener un aprendizaje significativo y que cubran realmente las competencias necesarias para la sociedad del conocimiento.
En la formación y el aprendizaje debemos pasar del "esto es lo que hay" a "pensemos en lo que nos conviene y nos puede venir mejor", una educación que tenga en cuenta la ambición del hombre por lograr los deseos, eso que Nietzsche denominó voluntad de poder, como proceso de expansión de la energía creativa que es la fuerza interna fundamental de la naturaleza.
A Paco de Lucía le preguntaron si consideraba el flamenco música popular. Paco, con la humildad que le caracterizaba, contestó que cualquier estilo musical que se desarrolla desde la sensibilidad y el trabajo serio acaba dejando de ser popular. Como hace la gente seria, Paco demostró su idea con hechos llevando el flamenco al más alto nivel de expresión artística. Esta idea se extiende de forma evidente a cualquier otro "arte" en el sentido de expresión artística, incluso también en el sentido de capacidad para hacer algo, lo que sea, aunque en nuestra cultura ese "algo" no puede ser el arte de pensar. Como el resto de artes, el arte de pensar tiene su propia historia, que define como pensamos en la actualidad y explica porqué ahora consideramos el "arte de pensar", a diferencia de otros artes, como ajeno a su propia historia.
Cuentan que Sócrates pasaba las horas en el mercado preguntando; ¿Qué es un zapato? Sabía que podía llegar a conocer "algo" si ahondaba en ello con su propio pensamiento a partir del pensamiento de los demás, justo lo que hizo Paco de Lucía desde la praxis con el flamenco. Desconocemos si Sócrates se puso alguna vez a hacer con sus manos un zapato, aunque lo más seguro es que no, por que en la antigua Grecia el trabajo manual estaba mal visto ya que era propio de esclavos. Esa idea de que el pensamiento está más allá y por encima de la praxis (la experiencia material) se mantuvo durante toda la edad media, primero con el platonismo de la alta edad media y más tarde con el aristotelismo de la baja. Durante todo ese tiempo el sujeto de conocimiento era Dios, es decir, la fuente de conocimiento era el absoluto al que solo se podía llegar por la fé. El conocimiento por lo tanto se entendía como verdad revelada. De alguna manera, pasamos siglos en los que la base del conocimiento se fundamentaba en un platonismo malentendido y llevado al extremo. Es cierto que en la baja edad media, con la lógica y el pensamiento estructurado heredado de Aristóteles, creamos (la especie humana) los mimbres para que se pudiera desarrollar el pensamiento moderno, pero la idea de conocimiento como verdad revelada se ha mantenido hasta la actualidad. La diferencia es que esa verdad revelada actualmente no viene desde la teología, si no que viene desde la técnica, la ciencia mal entendida, la economía y la política. Comprender porqué esto es así requiere entender que la modernidad es consecuencia del utilitarismo kantiano, y a que su imperativo categórico aplicado más allá de la ética individual junto a que la revolución copernicana se ha llegado a entender por la imposibilidad de conocimiento más allá del empirismo, ha convertido en el empirismo, a través de la ciencia empírica, en esa suerte de verdad revelada. Hume se revolvería en su tumba si viera que su escepticismo empírico ha quedado, por mor del pensamiento vulgar, en vulgar cientifismo.
Paco de Lucía también dijo: Fui de izquierdas hasta que gané los dos primeros millones de pesetas. Cuando los guardé en el banco, que no hice ni escuelas ni se lo di a los niños de África, cuando no hice nada por los demás con ese dinero, desde ese día no volví a decir públicamente que era de izquierdas. Si Paco hubiera sabido que, a partir del pensamiento de Hegel, la gran aportación de Marx al conocimiento ha sido incluir al zapatero y al esclavo en la ecuación del conocimiento, es decir, la praxis/acción como único medio para emanciparse y salir de la enajenación, como fue un tipo muy inteligente seguiría pensando que no era de izquierdas, porque sería consciente que definirse de izquierdas es una estupidez propia del pensamiento vulgar.
Si alguno pensó que este artículo iba a dar una solución para "mejorar" el pensamiento crítico, que siga el ejemplo de Paco de Lucia. Hagas lo que hagas, hazlo bien y entenderás el fundamento de todo.
menéame