Cuando estalló la pandemia muchas tiendas lo apostaron todo a una baza que creció como la espuma: el comercio electrónico. Durante meses millones de personas se fueron sumando a la compra por internet como forma más segura e incluso este aumento de demanda estuvo a punto de colapsar numerosos almacenes, pero lo que no consiguió la pandemia lo ha hecho la borrasca Filomena. Pequeños y grandes almacenes están viendo como, ante la imposibilidad de llegar de forma segura a las puertas de edificios y hogares y el nulo conocimiento
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