Ya se sabe que la historia la cuentan los ganadores, y la prenda más democrática de la historia, además de símbolo cultural norteamericano, ni fue tan norteamericana en sus inicios ni tampoco tan democrática. Más bien todo lo contrario. Tras los popùlares vaqueros se esconde un relato repleto de racismo y desigualdades. Un documental, ‘Riveted: the history of jeans’ que se estrena este sábado dentro del Moritz Feed dog, el festival de documentales de moda de Barcelona, habla sobre ello.

Un vaquero necesita de 7.500 litros de agua para su confección. Lo cierto, la industria de la moda es, según la ONU, la segunda más contaminante del planeta: produce más emisiones de carbono que todos los vuelos y transportes marítimos internacionales juntos. Un impacto que el sector trata de reducir acercándose a la producción sostenible. Un ejemplo de este compromiso es el proyecto The Jeans Redesing.

Son el futuro. En breve os aburriréis de verlos por la calle.

Levi Strauss está introduciendo una técnica de digitalización que utiliza láseres para crear éticamente diseños en sus pantalones vaqueros en lugar de trabajo manual. Llamado Project FLX (siglas en inglés de Future-Led Execution), la técnica eliminará los químicos dañinos y reducirá los pasos intensivos en mano de obra para producir acabados de jean de entre 18 y 24 pasos a solo tres. Levi también planea escalar esto a través de la cadena de suministro de mezclilla de la compañía.

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Una definición sin complicacion de cada uno de los termos que siempre usamos en el mundo jeanswear.

Expertos médicos del Reino Unido se encuentran altamente preocupados con el increíble aumento de las lesiones y problemas testiculares en hombres en los últimos años en el país europeo,