Madrid, actualmente, ostenta el monopolio de un nombre. Al decir la palabra "Madrid" se fomenta y difunde el nombre de una única ciudad, si la autonomía tuviese otro nombre, se identificaría todo el territorio. Esto, añadido al hándicap de su condición de gran metrópolis y capital del estado, perjudica aún más a los 178 municipios restantes de la CAM, que inevitablemente se ven absorbidos en todos los ámbitos por esta gran ciudad. Madrid no va a mermar su influencia ni capacidad si se cambiase el nombre de la comunidad.