En primer lugar, si se tiene en cuenta todo el ciclo de producción y funcionamiento del vehículo, es evidente que el coche eléctrico no es, en absoluto, un vehículo de cero emisiones, por mucho que se insista en afirmar lo contrario. Esto se debe a la sobreexplotación minera necesaria para la producción de las baterías, así como a la combinación energética disponible en las tomas de corrientes usadas para abastecer a los coches, compuesta solo en un 37% por energía renovable.

Bernd y Hilla Becher han fotografiado desde 1960 instalaciones industriales dotándolas de una calidad de diseño estético que normalmente suele pasarse por alto y confiriéndoles un aspecto mágico en una compleja mezcla de ingenuidad fotográfica, precisión técnica y estrategia artística.

Mientras que algunos discuten sobre la supuesta singularidad de la inteligencia (el punto en el que las máquinas alcancen una inteligencia superior a la de los humanos), Hoefflinger resalta la más cercana y potencialmente más importante singularidad de los recursos energéticos en su libro "CHIPS 2020 Vol 2: New Vistas in Nanoelectronics".