Intervino en las expugnaciones de Cambil y Alhabar en 1485, en la toma de Málaga y en la defensa de Salobreña. Los castillos gemelos de Cambil y Alhabar fueron conquistados por Ramírez en septiembre de 1485 tras cercarlos y bombardearlos durante doce días. Supo colocar la artillería al lado de los castillos con el propósito de que las bombas cayeran justo en lugares estratégicamente dañinos para el enemigo. Organizó todas las maniobras, desde allanar el camino para el transporte de las piezas artilleras hasta la logística para el peonaje.

Durante siglos cada vez que caía una tormenta los cristianos imploraban la protección de Santa Bárbara, de este hecho surgió la tradicional expresión “acordarse de Santa Bárbara cuando truena”. Pero no solo en los días de rayos y truenos se buscaba su ayuda si no que ya desde la aparición de la pólvora en Europa los primeros artilleros asociaron las tremendas explosiones de los cañones con las tormentas.