Los refranes son, sin ningún lugar a dudas al menos desde mi punto de vista, un tipo de educación. Claro que no la podemos catalogar como educación formal ni reglada. Pero si que, al escucharlos y seguramente repetirlos, transmitimos una serie de conocimientos que vienen de mucho tiempo atrás. En este artículo vamos a intentar que veas los refranes coma algo más que una frase divertida.

Los hijos no se “pierden” en la calle. De hecho, esa pérdida se inicia en el propio hogar con ese padre ausente, con esa madre siempre ocupada, con un cúmulo de necesidades no atendidas y frustraciones no gestionadas. Un adolescente se desarraiga tras una infancia de desapegos y de un amor que nunca supo educar, orientar, ayudar.