Esta es una posible interpretación de las evaluaciones psicológicas a partir de la década de 1980 del niño que creció para convertirse en un asesino de masas.

Ignorado por sus padres, rechazado por sus pares y en bancarrota, lo único que parece haberle resultado a Anders Breivik en la vida fue asesinar a 77 personas. Así lo cuenta el libro de Åsne Seierstad, “Uno de los nuestros". La periodista y escritora noruega, autora de la reconocida novela "El librero de Kabul", investigó los atentados y la vida de Breivik y los plasmó en su último libro "Uno de los nuestros".

Seiscientos jóvenes de entre dieciséis y veintidós años celebraban en la isla de Utoya un fin de semana de conferencias y fiestas que marcaban cada año el aniversario de la rama juvenil del partido laborista noruego. Breivik llegó con aspecto tranquilo. Cuando llegó la policía, Anders Behring Breivik, de treinta y dos años, había asesinado a sesenta y ocho personas. Se entregó sin oponer resistencia. Su crimen ha hecho mella en una sociedad que se preciaba de ser de las más avanzadas del continente.