El pescado forma parte importante de una dieta saludable desde el punto de vista nutricional. Pero en cuanto a la seguridad alimentaria, como cualquier otro producto fresco, está expuesto al crecimiento de bacterias patógenas y a sustancias químicas procedentes del medio ambiente (cadmio o mercurio, entre otras). En la mayoría de casos, los contaminantes se encuentran en la piel, la grasa, los órganos internos y, en ocasiones, en el tejido muscular. (Textos/vía:
www.20minutos.es/noticia/2492857/0/pescado/mejor-sin-piel/consumo/)