La situación actual de devastación social en el RU debería constituir un aviso para el resto de Europa,con quienes comparten cultura: familias monoparentales (destrucción de la vida familiar y el "hogar tradicional"), falta de socialización (malos hábitos alimenticios), provocando falta de responsabilidad. Los niños criados bajo esas condiciones se convierten en adultos dependientes de las rentas del estado, lo cual no sólo es insostenible económicamente a largo plazo, sino que ejerce un efecto corruptor sobre las personas ("enfermos crónicos")