Se conocen las estadísticas de las causas más frecuentes por “muertes por selfie”. La primera de ellas es por caída desde las alturas (ya sean edificios, puentes...), seguida muy de cerca por ahogamiento. En tercer lugar se encuentran los atropellos por trenes. Más infrecuentes, aunque reales, son las muertes por bombas o por ataque de un animal. En 2015 hubo más muertes por selfies que por ataques por tiburón. Pero, además, en las 127 muertes registradas desde 2014 hubo 24 accidentes grupales.