En septiembre de 1945, apenas unos meses después de la finalización de la Segunda Guerra Mundial, el escritor Hans Fallada, pseudónimo de Rudolph Ditzen, tuvo acceso a un expediente policial que recogía las investigaciones y el consiguiente proceso judicial emprendido por las autoridades nazis contra un matrimonio berlinés. Se trataba de Otto y Elise Hampel que, como otros muchos alemanes anónimos, habían luchado contra Hitler desde la retaguardia con los pocos medios disponibles a su alcance y habían pagado caro esa actitud.