Las pinturas del Renacimiento no estaban dispuestas para la apreciación sin más de la gente; en su mayoría, eran comisionadas y pensadas para espacios selectos. Especialmente, aquellas que hoy se pueden rescatar de viejas iglesias o recintos litúrgicos. En aquel entonces (siglos XV y XVI) el arte sacro, ese ex profeso para un templo, se posicionaba en las alturas de ese lugar infundiendo fe y temor. Sus dos sentidos más claros en un carácter que le impedía ser visto como una práctica artística. Aquí es donde la aclaración sobre tipos de arte...