Esta es la historia de cómo un acertijo que parece inocente, sacado del escaparate de una tienda de niños, puede hacernos aprender más de lo esperábamos: En un cuarto hay varios gatos, cada gato en un rincón, cada gato ve tres gatos. ¿Sabes cuántos gatos son?
Sólo quiero un beso, me decías, y yo te complacía. Recorría tus labios que se humedecían, carnosos, con cada caricia. Mi mano en tu cuello. La otra, en el surco de tus costillas. Te movías, intenso pero sin prisa...