Qué puto insoportable es el rollito de los youtubers millenials (con honrosas excepciones). Ese tono histriónico y que necesita ser guay constantemente para atraer preadolescentes es infumable para cualquiera que ya tenga un mínimo de barba. O tetas.
Meneo porque es interesante, pero ahí va un #teahorrounclick y un #te_ahorro_ver_un_video_horrendo. Las webs que venden claves de Steam, como G2A e Instant Gaming, tienen como vendedores a gente que:
a) Han comprado licencias al desarrollador a precio reducido y las venden con un margen de beneficio (y aún así, más baratas que el precio final), aunque eso tiene el riesgo de perder la inversión (el desarrollador rebaja el juego a todo el mundo, etc.).
b) Gente que se ha hecho pasar por influencer y engañado al desarrollador para que le regales claves. Se ha automatizado tanto la estafa que los desarrolladores reciben hasta 1000 correos diarios y es imposible comprobar cuales son reales. Tampoco es factible en la práctica ir rastreando las claves que han sido usadas por influencers reales y cuáles no, porque éstos pueden tardar meses en streamar el juego o pueden cancelar sorteos, etcétera.
c) Son gente que compra claves con tarjeta crédito o débito robada y te las vende. Steam devuelve el dinero a la víctima del robo y deja a los desarrolladores la decisión de quitarte el juego, que casi nunca lo hacen porque la pérdida de imagen no suele compensar el dinero recuperado.
Qué puto insoportable es el rollito de los youtubers millenials (con honrosas excepciones). Ese tono histriónico y que necesita ser guay constantemente para atraer preadolescentes es infumable para cualquiera que ya tenga un mínimo de barba. O tetas.