"A principios de este año, el director ejecutivo de la firma de seguridad Quantstamp, radicada en San Francisco, California se gastó US$9.500 en un vestido para su esposa. Parece mucho dinero para una prenda de ropa, sobre todo si no existe.... al menos nos físicamente. Se trataba de un vestido digital, diseñada por la casa de alta costura The Fabricant, en Ámsterdam, representado sobre una imagen de la esposa de Richard, Mary Ren, para usarse en redes sociales" Y es que en el mundo virtual, la ropa ya no necesita ser física para existir.
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