La clave estaba en escoger algo icónico y estimulante; algo materialmente imposible hoy en día, pero imaginable a largo plazo; algo, en definitiva, que estuviera a la distancia (temporal, financiera y tecnológicamente) perfecta para que les diera tiempo a recuperar toda la ventaja que llevaban perdida. Es la misma estrategia que Elon Musk lleva usando proyecto tras proyecto y Neuralink, con su extraña mezcla de cosas viejas e innovaciones puntuales, es un ejemplo maravillosamente claro.
|
etiquetas: elon musk , neuralink , microchip , biotecnología , inteligencia artificial