Entonces llegó el primer día, en el que empecé con una hechicera a adquirir soltura con unas misiones en solitario. Entonces, tuve la sensación de haberme metido en un portal de ligue; se me abrieron varias ventanas con gente interesada en si de verdad era una chica como mi avatar, insistiendo en que les diera mi Messenger y en que les mandara foto que demostrara que realmente era una mujer. Por aquel entonces, no es que tuviera problema con ligar, pero en ese momento no me apetecía; lo que me apetecía era jugar y aprender a desenvolverme
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