Como podemos comprobar en nuestro entorno económico, a estas alturas parece que hay un pensamiento económico y político único y verdadero que se está aplicando, con más o menos intensidad, en todos los países de nuestra área de influencia, que es la doctrina neo-conservadora. Esta política económica profundamente reaccionaria, injusta, elitista a favor de los ricos, privatizadora de bienes públicos, está condicionando nuestras vidas sin que se divisen alternativas a corto plazo.