En otro tiempo era corriente dar a las palabras un sentido sobrenatural y utilizarlas con ánimo de controlar ciertos acontecimientos adversos, o de propiciar otros beneficiosos. La novedad estriba ahora en que ello sigue pasando sin que a menudo se tenga conciencia de que tal cosa ocurre. Por las razones que paso a exponer a continuación creo que algo de esto sucede cuando se emplea la palabra tecnología, en vez de técnica, y se le añade el adjetivo propia, apropiada o de futuro.