Nos quejamos de que nos cambian de ley educativa cada dos telediarios y nosotros, en ocasiones, estamos haciendo lo mismo con nuestro alumnado. No debemos cambiar nada hasta que comprobemos que funcione. Y si funciona, ¿para qué vamos a cambiarlo? ¿Es interesante en un primero de ESO empezar con un proyecto de zombis este curso, habiendo hecho el anterior un proyecto de irse al espacio y, al curso que viene, otro del Far West? ¿Aporta algo, en grupos diferentes, cambiar de proyecto, de materiales o de herramientas? Ya os digo yo que no.