«Los implacables shirdana, que nadie sabía cómo combatir, venían de forma atrevida en sus barcos de guerra desde los mares sin que nadie consiguiera resistirlos«. Así describe una estela la irrupción de unos extraños incursores piratas en la costa egipcia en tiempos del faraón Ramsés II. Fueron derrotados, pero regresaron unas décadas más tarde, reinando Ramsés III, quien también pudo rechazar la invasión en una batalla disputada en el Delta del Nilo.