7 de cada 10 hombres se ponen de pie cuando orinan en lugar de sentarse. Usando luz UV y líquido fluorescente, los investigadores de QS Supplies probaron docenas de ángulos de micción para revelar el splashback que crea cada uno. Cada vez que un hombre se levanta para orinar, miles de pequeñas gotitas invisibles vuelan hacia el borde del inodoro, la parte inferior de la tapa y, en muchos casos, hacia las paredes y superficies cercanas. El objetivo más común de los hombres de la superficie para minimizar las salpicaduras es la pared trasera de l

Es el procedimiento habitual en las series criminalísticas que podemos ver en Netflix o HBO. El forense o el detective de turno, que podrían ser perfectamente un Grissom o un Dexter Morgan, analiza la escena del crimen e inspecciona con extraña pasividad la gran mancha de sangre que rodea a la víctima. Un par de fotografías por aquí y por allá y ¡voilá! El caso está prácticamente resuelto gracias a la forma del charco sanguíneo y las salpicaduras que han quedado en la pared. Pero la realidad dista mucho de lo que vemos en la pantalla.

La imagen que estáis viendo, se produjo accidentalmente, y proporcionó al ingeniero de investigación del Instituto de Tecnología de Georgia para la electrónica y la nanotecnología, Devin Brown, el gran premio de microfotografía en el Electrón, Ion y Photon Technology Beam y Nanofabricación en el año 2013.