En realidad David Bowie no tenía, de nacimiento, un ojo de cada color (que en términos médicos se conoce como ‘heterocromía iridium’) sino que lo que a su ojo izquierdo le pasaba era que padecía de ‘anisocoria’ (dilatación de la pupila). El motivo por el que la pupila de su ojo izquierdo estaba más dilatada, y por tanto de un color mucho más oscuro que el azul del ojo derecho, era el resultado de un fuerte puñetazo que recibió mientras era estudiante, con 15 años de edad, por parte de un compañero de colegio.