Los tres cefalópodos tienen cierta semejanza entre sí, pero su precio y cualidades gastronómicas no son las mismas, por lo que es importante diferenciarlos. Al verlos juntos, enteros y sin limpiar es relativamente fácil distinguir una sepia de una pota o de un calamar, aunque estos dos últimos son muy similares. Pero aparte de que el calamar es gastronómicamente el más estimado, los precios no son los mismos, por lo que es más que conveniente no equivocarse.

Según ha explicado a Efe Luis Laria, se trata de un calamar capaz de volar fuera del agua distancias de entre 30 o 40 metros, por lo que recibe el nombre de pota saltadora.Este ejemplar, de 1,80 metros de envergadura, que fue trasladado a Asturias con la colaboración de la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (CEMMA), será objeto de estudio en el Parque de la Vida y se conservará para su posterior traslado al Museo del Mar de San Cibrao.

Aunque resulte irónico si consideramos la esencia irreflexiva del género, se ha escrito mucho sobre punk. Y muy bueno. Más allá de las vidas de santos y el anecdotario mítico habituales en el rock, que también, el punk asocia un halo de trascendencia revolucionaria y hartazgo social (incluso de jugada posmoderna) que ha llevado a la reflexión desde múltiples perspectivas y complejidades. Desde entrevistas livianas a sesudos ensayos sociopolíticos, recomendamos una selección de textos sobre el gran arte de gritar lo jodidos que estamos.