Estamos en una época en la que es muy habitual ver pájaros caídos del nido y querer ayudarles. Es un gesto que honra a cualquiera. Sin embargo, a veces, podemos hacerles daño con la mejor intención del mundo. Al fin y al cabo, lo que hacemos es interferir en procesos naturales para los que, generalmente, hay solución sin necesidad de que intervengamos. Solo en unas pocas ocasiones debemos hacerlo, pero a veces cuesta diferenciarlas.

Recuerda el miedo en sus ojos la próxima vez que pienses en comprar huevos.

Los humanos liquidamos a entre 4 y 6.000 millones de pollos macho anualmente. Se hace porque no pueden poner huevos, pero también porque, en una industria donde se contabiliza hasta las horas que tarda el animal en crecer, son una desventaja, ya que tampoco se desarrollan con la misma rapidez que las hembras. Tradicionalmente sus restos se han empleado para la elaboración de piensos para reptiles y otros animales, pero son residuos sin suficiente competitividad.

Se encerraron en una formación en círculo para protegerse y, poco después, un pequeño héroe especial salvó su día. El pingüino Adelia, que es mucho más pequeño que los pingüinos emperador, acaba de llegar. También es mucho más peligroso porque se considera una especie muy agresiva. Vídeo de la BBC: bit.ly/2LF2npv

Actualmente, es desconocido cuándo se inició la práctica de pintar y vender pollitos de colores al público, solo se sabe que se produce desde varias décadas atrás, y está muy arraigado en China, donde junto con Colombia y México, son los principales países donde se elaboran y comercializan los pollitos de distintos colores.

Qué entendemos por pollitas de calidad, y como obtener las mismas, es un proceso complejo. Una pollita de calidad debe reunir al menos, las siguientes características: -Debe estar sana y libre de enfermedades. -Debe ser de un peso mínimo, que permita un alto grado de viabilidad -Debe estar bien hidratada. -Debe mostrar un grado de actividad adecuado. -Debe mantener una temperatura alrededor de 40ºC. -Debe ser de una genética adecuada a nuestros requerimientos productivos. Etc..

No es fácil, pero tampoco imposible. Esta es la explicación: las gallinas no necesitan gallos para poner huevos. Con las condiciones adecuadas de luz y alimentación, pondrán una media de un huevo diario. Así que, en las granjas intensivas -de donde salen la mayoría de los huevos que compramos- se seleccionan solo ejemplares hembras y, como no hay gallos, es imposible que los huevos estén fecundados y que, por tanto, aparezca un pollito si los incubamos. Hay otra posibilidad de conseguir un huevo fecundado: usar uno de codorniz.

Un grupo de estudiantes de secundaria japonesa han conseguido observar como crece un pollito sin cascarón.

Como cada primavera, millones de pollitos se lanzan a la aventura para descubrir cómo es la vida fuera del nido. En la mayoría de especies este salto se da antes de que las jóvenes aves tengan completamente desarrolladas las aptitudes de vuelo, pero ello no es problema porque siguen contando con el cuidado de sus padres y, aunque no lo parezca, el riesgo de predación suele ser menor que en el nido

Este mes de mayo la REAL ESCUELA DE AVICULTURA salió una vez más a detectar tendencias en el “Silicon Valley” de la avicultura, Holanda , país pionero en multitud de aspectos. Allá pudimos ponernos al día de una innovación que marcará un antes y un después en avicultura: ya es posible determinar el sexo del pollito dentro del huevo..

Los que vivimos nuestra infancia en los años ochenta comenzamos a sentirnos viejos cuando tenemos sentimientos de nostalgia por aquella época. Nosotros disfrutamos de los primeros juguetes electrónicos y hemos visto nacer y crecer las consolas de videojuegos. Somos del siglo pasado, aunque suene raro, y nuestros hijos nos dirán “¡cállate, dinosaurio, que vienes de otro milenio!”. Cuando yo era pequeño se llevaban las mascotas de carne y hueso.

Un equipo de biólogos infiltra a un pollito robot en una colonia de pingüinos emperador. Los pingüinos, incluso, interactuaron con este diminuto espía, al que casi acurrucan como una cría más.