Mi sorpresa ha sido mayúscula al descubrir El ministerio del tiempo. No me extraña en absoluto la repercusión que tiene en las redes sociales, porque el telespectador español, que no merece menos que el británico o el norteamericano, estaba cansado de roer raspa de pescado y esperaba ansioso caviar del bueno made in spain. A menudo, el talento se agazapa tras los títulos de crédito, y no pocas veces ni siquiera llega a ser visible en estos. No se me acuse de corporativismo por el hecho de que guionistas y escritores seamos primos hermanos, pero