En Levítico 19:18 puede leerse “No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová”. Pues Santa Olga, también conocida como la princesa Olga de Kiev, se pasó estas recomendaciones bíblicas por el arco del triunfo y quemó una ciudad entera, asesinando y esclavizando a su población por nada más que pura venganza. Aunque, honrando a la verdad, debemos aclarar que aún no se había convertido al cristianismo cuando llevó a cabo esas atrocidades.