En la frontera entre Brasil y Venezuela se extiende una reserva, tan grande como Portugal, en la que se protege al pueblo indígena de los yanomami y a su forma de vida. En total viven allí 22.000 yanomami, algunos de los cuales todavía no han entrado en contacto con la llamada civilización. Lo confirman las imágenes tomadas por un sobrevuelo que ha realizado el organismo de protección de los indígenas de Brasil, el FUNAI, publicadas a mediados de noviembre por Survival International.