Hay un momento en la vida de una persona en el que nadie mira con escepticismo a una mujer astronauta, científica o cirujana. Ese momento es la infancia. Por eso, no basta con ceñirse a los cuentos de siempre, de princesas en apuros y príncipes hermosos, y también es necesario nutrir la mente de los más pequeños con historias diferentes. En No me cuentes cuentos no hay romances, torres ni dragones, sino mujeres fuertes y valientes que transformaron la Historia de España (la que siempre se escribe en masculino) con sus hazañas.