Antes del té, tuvimos que cambiar de sitio en el hotel donde estábamos porque había mucho ruido, una señora estaba pasando la aspiradora, algo que a él le molestaba. Vestía una chaqueta de la marca A.P.C., como tuve ocasión de fijarme. Luego busqué A.P.C. en Google. Su chaqueta costaba 300 o 400 dólares. Citó a Deleuze. Una compañera de fatigas me preguntó, al terminar, qué me había parecido el autor importante. “Un psicópata”, contesté, “un psicópata al que el mundo le ha dado la razón”.