Franco no fue solo un magnífico militar que ganó La Cruzada de Liberación por su buen hacer en los campos político y estratégico, y también en el empleo de las Grandes Unidades, fue un gran experto en otros muchos campos. Ello fue debido, en gran parte, a su paso por el Alto Estado Mayor, durante el sofocamiento de la Revolución de Octubre, como asesor y coordinador de las operaciones, y posteriormente como su jefe en 1935.