En enero de 1822 fue creada la provincia de Calatayud, la cuarta provincia aragonesa. Acto seguido se constituyó la Diputación Provincial de Calatayud. Estaba compuesta por un presidente, el intendente y siete diputados provinciales provenientes de los diferentes partidos judiciales de la provincia. La capacidad de atracción de la ciudad sobre un área circundante fue reconocida y resaltada, y abría una perspectiva prometedora de desarrollo.