Existen muy pocas especies de aves que tengan pene. Los patos, como podemos observar, están en ese grupo. Además, se han ganado a pulso la reputación de animales con el miembro más extraño del reino. Algunas familias de machos tienen genitales en espiral, más parecidos a un sacacorchos que a otra cosa. Su forma se debe a la vagina de las hembras, similares a “laberintos” con callejones sin salida y falsos pasajes.

En el reino animal no existen líneas rojas en lo que se refiere al sexo. Podemos encontrar de todo, desde murciélagos que se masturban a chinches homosexuales. Para alguna especie, genética y evolutivamente tan cercanas a nosotros como los chimpancés pigmeos, el incesto es algo cotidiano y no un tabú. En los variados ecosistemas de nuestro planeta podemos encontrar exóticos patos violadores, increíbles penes rotatorios, orgías de serpientes o a monos que practican el sexo como si viviesen en una comuna hippie de los sesenta.