La vida de Miguel de Cervantes fue, de todo menos aburrida, según la documentación que existe al respecto. Fue espía, prisionero, recaudador de impuestos, comisario de abastos, soldado, fue excomulgado y se batió en varios duelos. Todo esto aparte de insigne literato, faceta por la que ha pasado a la historia. Un tipo de vida, nada rara en aquellos años del siglo XVI, pero sorprendente a los ojos de nuestro siglo XXI. Una vida que podría estar sacada de cualquiera de sus novelas.