Para entender la colonialidad, pensar y hacer la decolonialidad, hay que hacerlo desde cuestiones que nos interesan fundamentalmente; que se pueden plantear de distintas maneras: la comida, la tierra, el bienestar. El filósofo argentino Walter Mignolo lo hace desde lo humano, del concepto, la palabra que ya no nos sirve: “Yo no quiero ser humano; porque el concepto humanidad construyó el racismo, construyó el sexismo”.