"Blue Hearts", el nuevo trabajo de Bob Mould, es un puñetazo directo al estómago, dominado por la furia y un sonido áspero y veloz que remite, quizá más que ninguno de sus trece discos en solitario, a Hüsker Dü.
La curiosa historia de un monasterio segoviano del S.XII comprado por el magnate de la prensa Randolph Hearst ("Ciudadano Kane" para los cinéfilos) para reconstruirlo en Miami.