Cultura y divulgación

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Erik Satie, Trois gymnopédies

Erik Satie, Trois gymnopédies

Satie es uno de esos episodios extraños en la historia de la música, pero un episodio que tenía que ocurrir, quizá porque es inevitable que surjan individuos que marquen su propio camino, al margen de las corrientes artísticas predominantes. Quizá aporten una luz que ilumina nuevos senderos, y hablando de Satie no se puede negar la influencia que tuvo sobre muchos contemporáneos (especialmente Ravel, quien no dudó en reconocer su deuda) y siguientes generaciones.
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Erik Satie y las Gymnopédies

Erik Satie y las Gymnopédies

Satie no causaba buena impresión en sus profesores de conservatorio. Descombres decía de él: "Debería trabajar más duramente. Estudiante muy dotado pero muy haragán", en otra ocasión decía: "El estudiante más haragán del Conservatorio. Sonido agradable. Espléndido ataque. Tiene excelentes cualidades que el trabajo duro puede desarrollar. Lecturas con esfuerzo." Otro profesor de Satie, Ambroise Thomas, incidía en la misma idea: "Podría hacerlo mejor pero no trabaja lo suficiente".
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Gymnopédie No. 1 - Erik Satie (Flauta alto y Piano)  

Esta es una hermosa pieza que he querido versionar durante mucho tiempo pero nunca pude encontrar un pianista. Afortunadamente conocí a Paolo, un fantástico pianista que quería trabajar en colaboraciones. Vive en Génova, Italia y yo vivo en Reno, Nevada. ¡Es emocionante colaborar con alguien que está al otro lado del mundo!
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Erik Satie, Trois gymnopédies

La música de Satie [...] simplemente transpira inquietud, tirita de frío ante el academicismo de la tonalidad, se queja discretamente de no ser como todo el mundo, sonríe de no estar inscrita en ningún partido estético, se ríe de su propia pretensión, se ahoga frente a su probable impotencia, se ilumina con la conciencia de sí misma, se eleva sin hacer ruido para no asustar a sus demonios y muere por el simple hecho de haber existido.

menéame