Pues sí, las gordas también follamos. No sé si tanto o más que las delgadas porque no sé cómo está la media de sexo entre las mujeres que no se atiborran a donuts pero vamos, la talla de pantalón no delimita las funciones de tu clítoris. A las gordas también nos pica, ya sabéis, ahí abajo, y estamos muy agradecidas de que a veces la vida nos premie con un follagordas que se cruza mágicamente en nuestro camino y nos hace el amor, con mejor o peor talento.

Desafortunadamente con la caída del imperio Romano cayeron también las representaciones guarrindongas al llegar la Edad Media, y para la llegada del porno entendido como lo conocemos hoy en día hubo que esperar hasta la era victoriana, a los primeros daguerrotipos y fotos. El resto, es Historia, o limpieza de historial, según se mire.

Belén Esteban estalla ante unas duras palabras de Lydia Lozano: “Tú me llamaste guarra porque decías que no me duchaba”. Ver vídeo online.

Hay una verdad de a puño el viaje gastronómico a la india —país rico en especies, donde la carne no se come y el agua no suele ser potable— termina, invariablemente, en el retrete. crónica escrita con dos manos desde un país en el que la gente come con la mano derecha para poderse limpiar con la izquierda.

En el universo que rodea a la cama hay un gran abanico de costumbres. Hay personas que no pueden salir de casa y dejar la cama deshecha, hay otras que la hacen casi por obligación y una tercera vertiente, conocida mundialmente como los "guarros y vagos" que hacen única y exclusivamente la cama cuando tienen que cambiar las sábanas. Mientras no se de esa circunstancia, lo único que altera su cómoda costumbre es una visita muy esperada a casa.