Cultura y divulgación

encontrados: 6, tiempo total: 0.048 segundos rss2
3 meneos
33 clics

Rodin Giacometti

Cuando Giacometti llegó a París, ya hacía varios años que Rodin había fallecido. El joven suizo lo admiraba, aunque su devoción hacia el escultor parisino ya venía de lejos, de hecho, en su juventud, en una anécdota que relata Franck Maubert, en “El hombre que camina” (Acantilado, 2019) el joven debía volver a casa en tren, pero «queda impresionado por un voluminoso libro ilustrado dedicado a Rodin» y, como solo llevaba dinero para el viaje en tren o para el libro, se decantó por el volumen y se vio obligado a volver a casa a pie.
5 meneos
69 clics

Alberto Giacometti: un artista universal

A menudo, insatisfecho, sumido en una rabia total, destruía sus creaciones para volver a empezar. A veces todo este proceso era un bucle interminable: crear y destruir, crear y destruir, de tal modo que lo que existe, más que sus propias creaciones, es aquello que sobrevivió, las obras que se salvaron de la destrucción.
9 meneos
36 clics

Rodin, íntimo y monumental, invade

El escultor francés se mide con Alberto Giacometti en la Fundación Mapfre a través de 200 obras, mientras en la Fundación Canal ven la luz sus desconocidos recortes
5 meneos
133 clics

Giacometti, el artista filiforme

La imagen que identifica su obra: la figura humana, estilizada y hierática. Figuras que en muchos casos se inspiraban en su entorno más cercano, en su hermano Diego, su esposa Anette, amigos y amantes que posaron para él. Su curiosidad por comprender el rostro y el conjunto del ser humano le movieron y le hicieron explorar sin descanso. Y siempre de modo sencillo, en su aspiración y en el uso de materiales. El yeso o la arcilla que otros sólo empleaban para bocetos.
8 meneos
235 clics

Un brazo artificial de 20 metros formado por globos de helio  

Este brazo Giacometti con cuerpo de globos ha sido desarrollado por el laboratorio Suzumori Endo Lab del Instituto Tecnológico de Tokio. Mide 20 metros y está formado por una serie de globos llenos de helio que se mueven con una veintenta de articulaciones neumáticas. a modo de músculos artificiales.
5 meneos
53 clics

Los seres sin sombra de Alberto Giacometti

La posguerra europea de 1945 fue la más amarga que pueda imaginarse. Salvo por lo que en algunos aspectos respecta a la ocupación soviética, realmente no hubo conquistadores ni un botín que llevarse a la boca como consuelo. Tan sólo quedó un enorme campo de cenizas bajo los pies tanto de vencedores como de vencidos.

menéame