En tema de medidas, sin duda, una de las que más le preocupan a los hombres es el tamaño del pene, cuando el realidad lo que deberían estar controlando es lo que sale de él. Una cantidad de semen fuera de lo normal puede ser un indicativo de que algo puede andar mal ahí abajo.

En una información difundida por LELO, reconocida marca de juguetes eróticos, se cuenta que los expertos ponen de manifiesto que, a pesar de no haber identificado aún la prueba que sustente tal evidencia, existe una relación entre eyacular de forma frecuente y la reducción del riesgo de padecer cáncer de próstata. Concretamente, un estudio llevado a cabo por la Escuela de Salud Pública de Boston

"Empecé a notar cómo subía la excitación. Todo en mí se tensó. Y entonces llegó el ansiado momento. Sentí como mi semen salía disparado y una oleada de placer inundaba todas y cada una de mis neuronas". Puede parecer el relato de la primera experiencia sexual de Nacho Vidal, pero no. Así es como una mosca Drosophila macho -si pudiera hablar- contaría el goce que le produce una eyaculación.

Está claro que los vibradores con apariencia de pene realista son unos de los más demandados tanto por hombres como por mujeres, ya sea para usarlos en solitario o en pareja, y disfrutar de juegos previos de lo más morbosos y excitantes. En parte este interés creciente en este tipo de juguetes eróticos, se debe a que los consoladores y vibradores realísticos han avanzado muchísimo en cuanto a la imitación de los penes reales, gracias a materiales, texturas, colores, y sobretodo a la experiencia que tienen las marcas en la actualidad.

Prevenir el cáncer de próstata, una dolencia que padecerá uno de cada siete varones a lo largo de su vida, es más sencillo de lo que parecía: requiere eyacular 21 veces al mes. Este llamativo descubrimiento médico, que además es el trabajo más ambicioso que se ha realizado hasta la fecha en este campo, viene de la mano de la Escuela de Salud Pública de Boston, que ha establecido de forma concluyente que eyacular con frecuencia ayuda a reducir el riesgo de padecer cáncer de próstata.

Hace años, un equipo de oncólogos del Instituto Nacional del Cáncer estadounidense, tras estudiar a 30.000 hombres durante ocho años, habían concluido que la eyaculación previene el cáncer de próstata. El resultado de su investigación, publicada en JAMA, fue que los grandes eyaculadores (al menos veintiún veces al mes) tenían un riesgo tres veces menor de sufrir cáncer de próstata que los que disfrutaban de entre cuatro y siete orgasmos mensuales.

En el tutorial de esta semana os hablo de un tema que ha preocupado a lo largo de años y años a los hombres más jóvenes: las eyaculaciones nocturnas. Coloquialmente son conocidas como poluciones nocturnas porque, al despertar, el hombre se encuentra con su ropa o pijama manchado de semen.

Así lo ha atestiguado el último estudio llevado a cabo por la Universidad de Florida, The College of Wooster y el Centro de Medicina Reproductiva de la Clínica Cleveland (EE.UU.), que pone de manifiesto que, cuando los hombres mantienen relaciones sexuales con una mujer diferente por primera vez, su eyaculación es más intensa, más rápida y de mejor calidad.

Los varones que dan rienda suelta a su sexualidad tres o más veces por semana reducen hasta cuatro veces las posibilidades de padecer disfunción eréctil. La noticia resulta gratificante no solo porque es un buen hilo argumental para deshacer las reticencias de la contraria —“Mira cielito, que si no lo hacemos hoy, quién sabe qué podrá pasar el día de mañana”—, sino porque supone una nueva terapia para esas molestas caídas sin respuesta que dejaban sin llama la antorcha de nuestra pasión.