Un conejo que vende pilas y el slogan “yes, we can” tienen sus propietarios, no intentemos cambiarlos. Si algo nos ha enseñado en marketing la Ley de la Mente o la Ley de la Concentración, es que cuando una idea o concepto entra en la mente del consumidor, lo mejor que se puede hacer es no luchar contra ello.

En el mundo actual, las bebidas energizantes se han puesto bastante de moda, ahora se consigue de múltiples sabores, colores, texturas, cada una dice tener un beneficio para nosotros pero muy poco saben los efectos de las bebidas energizantes en el cuerpo. Ya que llevamos vidas tan ajetreadas, ocupadas, llenas de responsabilidades y metas por cumplir, cumpliendo jornadas laborales largas, pasar horas estudiando o estudiando y trabajando, haciendo ejercicios físicos, todo esto hace que las personas busquen obtener más energías para afrontar los

Atento a lo que consumes! Se ha vuelto muy común que las personas mezclen alcohol y energizantes cuando salen de fiesta o asisten a reuniones. No obstante, especialistas del Ministerio de Salud (Minsa) advierten que esta mezcla provoca efectos negativos en el cerebro y el corazón...

¿Por qué son malas para la salud las bebidas energéticas? Las bebidas energéticas, que en un principio estaban destinadas para deportistas, supuestamente para mejorar su rendimiento deportivo, o eso nos ha contado la publicidad, se han convertido con el paso del tiempo en otro producto de consumo habitual entre la población adulta, pero también infantil. Lamentablemente, estas bebidas son consumidas por jóvenes e incluso niños, como si fuesen una bebida refrescante más, y lo más demencial de todo, es que incluso se venden latas de cada vez...

Andando por la calle alguna vez nos hemos encontrado con unos empresarios curiosos que nos ofrecen con una gran habilidad para la oratoria toda una gama de productos para remediar nuestros males: pomadas que quitan toda clase de erupciones, lociones rompe-corazones, bebidas revitalizantes, etc. Estoy hablando de los famosos merolicos.Pero no solo los encontramos en las calles, también los podemos encontrar en la tele, en la radio y en internet (cosas del progreso)