Históricamente, las revoluciones industriales nunca han favorecido a los más pobres. A pesar de los beneficios que puede ofrecer la tecnología, el impacto inmediato sobre los miembros de la sociedad peor remunerados a menudo ha sido negativo. Si no provocaba despidos, entonces normalmente la tecnología amenazaba mediante entornos laborales peligrosos o la exposición continuada a elementos nocivos. En lo que el Foro Económico Mundial ha denominado la Cuarta Revolución Industrial, estamos observando el desarrollo de una historia distinta.

El Observatorio de Derechos de la Tierra denuncia que cada semana son asesinados una media de dos indígenas mientras intentan proteger el medio ambiente.Solo en 2014 más de 19 millones de personas tuvieron que desplazarse debido a catástrofes naturales como las sequías en África o los tifones en Asia.Más de 62 millones de personas viven en islas del Pacífico que desaparecerán si el nivel del mar sigue subiendo al ritmo actual en los próximo 20 años.

El 53% de los alumnos de familias desfavorecidas repite curso a lo largo de su vida escolar en España y el 79% de los que abandonan los estudios procede de hogares con dificultades para llegar a final de mes, según desvela un estudio de la Jaume Bofill.