(...) Dirijo el Centro de Investigación Psicodélica en el Imperial College de Londres, el primero de su tipo, con el apoyo de alrededor de £ 3 millones en donaciones filantrópicas. Durante 15 años, mi investigación se ha centrado en cómo funcionan en el cerebro medicamentos como el LSD, la psilocibina, la DMT y la MDMA, y cómo pueden ser útiles para tratar trastornos como la depresión. Al igual que la pandemia actual, las experiencias con drogas psicodélicas pueden ser transformadoras, tanto para el individuo como para la sociedad.