Cuando creemos que aquello que soñamos y deseamos es posible, se convierte en “esperanza”. La esperanza, además, es el mejor incentivo para soñar, con lo cual se transforma el sistema sueño-esperanza-sueño en un generador imparable de ideas. Es por ello que para CREAR, primero debemos CREER, creer en los sueños, en realidades que no existen, por mas imposibles que parezcan.